PASAR EL RATO
Humor vacuno
La joven Lalachus se comporta como una mala persona en formación
El horario de la Cabalgata de Córdoba pasa sin que aparezca la lluvia por la que se adelantó por primera vez en la historia
Aprovechando que hoy es Domingo de Ramos, o la Virgen de la Fuensanta, depende de la lluvia, dedicaré el artículo a un detalle menor de las campanadas de medianoche. Gracias al cristianismo, una muchachita expandida de contorno y encogida de neuronas ha alcanzado ... una notoriedad que no justificarían las obras de su ingenio. La venganza del Corazón de Jesús, al que intentó ofender en televisión con humor vacuno, ha consistido en exponer el cerebro de la graciosa a la contemplación pública. Dios puede ser terrible, si se lo propone, aunque eso no disminuya su amor por sus criaturas más tontitas. La graciosa no lo sabe todavía, pero cuando el destino sacuda sus carnes bamboleantes, de su obeso subconsciente le saldrá el padrenuestro. Lo mismo que rezaba todas las noches el ateo Borges, según cuenta su empleada de hogar, Fanny, en 'El señor Borges'. Dos genios, el argentino y la graciosa española, unidos por la misma oración. Aunque Borges tenía otros modales. La estupidez no está amparada por la libertad, ni de expresión ni religiosa. Nadie tiene derecho a exhibir sus llagas intelectuales, porque las sociedades deben evolucionar hacia la excelencia, no retroceder al estercolero del 'agua va' moral. No existe el derecho fundamental a comportarse como un imbécil, como no se tiene derecho a soltar un eructo en la tribuna del Congreso de los Diputados. Aunque tengan aforado el cerebro.
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Un día de Reyes atípico con menos bullicio infantil
El adelanto de la Cabalgata por la amenaza de lluvia trastoca el tramo final de las Fiestas
El obispo de Córdoba es un gran orador y una buena persona. O así me lo parece. Una cosa no tiene que ver con la otra, pero ambas se complementan muy bien. En su última carta semanal a los diocesanos reprobó los excesos televisivos de la graciosa Lalachus. Tiene mucho mérito que un hombre de su elevada formación dedique unos minutos a una muchacha que no parece preparada para comprender textos de más de tres sílabas. El obispo propone perdonarla, siguiendo el mandato evangélico. ¿Quién es uno para contradecir al obispo de Córdoba, no digamos al mismo Cristo en la Cruz? Si hay que perdonar a nuestros enemigos, se les perdona. Ya nos vengaremos después. Pero es que uno no necesita perdonar a la graciosa, monseñor, porque no la considera su enemigo. Se limita a ignorarla, que es menos comprometido emocionalmente. Le parece a uno que los talentos de sal gorda no pueden esperar socorro de ningún católico inteligente. Sería perder el tiempo en lo accesorio. La joven Lalachus se comporta como una mala persona en formación, un penene de la miseria moral. Mientras crece intelectualmente, que la aguante Broncano, que está a su nivel. Que a los dos les guste Sánchez no es excusa para descuidar el aprendizaje de los saberes. Esta joven graciosa vive el fanatismo de los que no tienen convicciones, como sostenía Chesterton. Probablemente quiere fundar la religión de la vaca. De momento, ya tiene su estampita. Para conseguir clientela le vendrá bien el consejo que dio Talleyrand a un pastor protestante, que le preguntaba cómo atraer más gente a su rebaño: «Le recomendaría que se dejara usted crucificar y, tres días después, resucitase». Ánimo, Lalachus.
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