pasar el rato
El corazón de Manuel Concha
No se puede ser un buen médico sin ser una buena persona
El dueño de España (03/09/2024)
![El doctor Concha posa para ABC durante una entrevista](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/09/10/manuel-concha-cordoba-kcPH-U603043737851rNF-1200x840@diario_abc.jpg)
Hay hombres y nombres que no se olvidan, por poco trato que hayamos tenido con ellos. Son como uno mismo ha comprobado y ha decidido que son, no importa cómo sean. ¿Qué se me da a mí cómo sea Manuel Concha para otros, ... si yo le he buscado en mi alma un refugio de amistad y gratitud, al que vuelvo cuando tengo necesidad de corazonarme?
-¿Quiere eso decir que usted conoce a Manuel Concha, el del corazón?
-Eso quiero decir, joven, y lo conozco precisamente por el corazón. Por el hermoso corazón recuperado de mi querida hija Minu, en el que latimos desde entonces Córdoba y yo. Tan callando. Muchos años atrás, no todos superfluos, había yo conocido a Manuel Concha por la inteligencia universitaria, ante la que me embobaba con facilidad. Ahora sé que la inteligencia, especialmente la universitaria, es la parte menos fiable del ser, y nunca le confiaría la redacción de un artículo como éste. Después nos hemos ido viendo aquí y allá, y siempre advertí que me trataba por encima de mis merecimientos. Lo preocupante es que parecía sincero. Desde que hablé con él la primera vez, llamó mi atención el tono sosegado de su voz, como si le quitara importancia al discurso. Es eso tan poco universitario… Lo más probable es que empezara curando a sus enfermos con la palabra, que es un arte anterior a la cirugía y la comprende y la perfecciona. Cuando lo necesité, estuvo; cuando no lo necesité, sabía que estaba. En eso consiste el humanismo en la medicina. Y la bondad. Y la generosidad. El contenido del corazón de Manuel Concha. No se puede ser un buen médico sin ser una buena persona, sin estar adiestrado en la compasión. Y no hay compasión sin respeto, porque el hombre es la medida de la medicina. En Manuel Concha, el hombre es superior al médico. ¡Dios, qué buen enfermo, si hubiera buen doctor! La frecuentación del dolor y de la muerte conduce a la metafísica o al cinismo. Los cínicos acaban en el Gobierno. En el mundo de hoy resulta desproporcionado triunfar siendo una buena persona. Todo en Manuel Concha resulta desproporcionado. En torno a él no habita el olvido.
Manuel Concha es cordobés por el corazón. No todos los cordobeses pueden decir lo mismo. Ha pasado por Córdoba haciendo el bien. No todos los cordobeses pueden decir lo mismo. El afecto dicta este artículo, y me permite hablar de Manuel Concha con fundamento, con objetividad, con verdad. El afecto no ciega ni impide juzgar desapasionadamente. Es una luz que todo lo pone al descubierto. Lo que ciega es el odio, un sentimiento de esclavo. La verdadera libertad está edificada sobre un fondo de buenos sentimientos. Supongo que volveremos a vernos con cualquier pretexto. Pero tampoco importa si no nos vemos. Él va conmigo igualmente.
Esta tarde le hacen a Manuel Concha un homenaje en el Palacio de Congresos. Yo no podré asistir, porque estoy fuera de Córdoba. Pero estará mi corazón en este artículo.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete