GUERRA israel-hamás

Isaac Benzaquen: «Nunca había visto tantos brotes de antisemitismo en España como estos días»

El presidente de la Federación de Comunidades Judías dice que la situación de señalamiento «retrotrae una época terrible»

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Isaac Benzaquen, durante su participación en la presentación de las jornadas en Córdoba Valerio Merino

La guerra entre Hamás e Israel se libra en su territorio, pero colea en España con manifestaciones poco esperanzadoras. Lo ha dicho este viernes en Córdoba el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Benzaquen: «Tengo 72 años y nunca había visto tantos brotes de antisemitismo».

El marco es lo que sucede desde el ataque el 7 de octubre, «que quedará escrito en la historia del pueblo judío, y que tendrá un antes y un después», y ha sido el comienzo de manifestaciones de hostilidad nunca vistas. Isaac Benzaquen nació en Melilla, y allí vio una convivencia «modélica» entre distintas cristianos, musulmanes, judíos e hindúes.

Ahora todo ha cambiado: «Se celebró una manifestación a favor de Palestina, que era legítima y todo el mundo tiene derecho, pero un grupo de ellos se dirigió a la sinagoga cuando rezaban los fieles, para entrar. Eso nunca había ocurrido, nunca. Es un salto cualitativo importante».

En Barcelona entraron en un hotel porque su propietario es israelí lanzando un proclamas contra Israel. «Hay almacenes de judíos en Ceuta y coches en los que se ha pintado la estrella de David, para identificar a sus propietarios. Eso retrotrae a una época terrible», ha resumido para hablar del antisemitismo.

Ha insistido en que vive la situación «con muchísima preocupación» y ha querido diferenciar entre el conflicto y las consecuencias que padecen los judíos que viven en España, y así se lo transmitieron al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Ahora su petición es la de proteger sinagogas, colegios y casas de personas de religión judía, pero mostró su deseo que de que fuese al revés: «Me encantaría que al entrar a la sinagoga fuese igual que al entrar en una mezquita o una iglesia, en que no hay ninguna protección porque no es necesaria».

Sus palabras han llegado en el marco de la presentación de la III Jornada Espíritu de Córdoba, que busca espacios comunes entre cristianos católicos, cristianos evangélicos, musulmanes y judíos, y que se celebrará el 13 de febrero de 2024.

Para Isaac Benzaquen, lo que hace el Estado de Israel forma parte «del legítimo derecho a defenderse». «Hamás quiere destruir a Israel e Israel tiene derecho a defenderse», insistió. Es más, incluso cuando lanza ataques lo avisa para que la población civil pueda escapar y protegerse.

Su portavoz ya lo ha dicho: «El ataque el 7 de octubre es el primero, porque habrá más. ¿Y qué esperaba Hamás que iba a hacer Israel cuando se veían los asesinatos, matanzas y violaciones?». Isaac Benzaquen señala a Hamás como la mayor amenaza para los propios habitantes de Gaza, a los que dice defender.

«La solución para Gaza es que Hamás desaparezca, porque los terroristas no pueden convivir en ninguna sociedad»

«La solución para Gaza es que Hamás desaparezca, porque los terroristas no pueden convivir en ninguna sociedad, y nosotros en España hemos tenido la experiencia de ETA. El futuro de Gaza y Cisjordania pasa por una paz y por dos estados», dijo. Y la guerra «no es contra los palestinos, sino contra Hamás».

En la cita ha participado también la directora del Instituto Halal y presidenta de la Junta Islámica, Isabel Romero, que tomará parte en la jornada, y que ha insistido en dejar claro que no es «un enfrentamiento entre religiones». Por eso se expresaba sólo que «no hay ningún fin que justifique el uso de la violencia».

Participantes en la presentación de la jornada en nombre de las cuatro confesiones Valerio Merino

«Lo más sangrante es que alguien se considere atribuido para decidir sobre las vidas humanas de otros seres humanos, y me da igual de qué parte. Cualquier estado que crea que tiene la capacidad de que las vidas de sus ciudadanos están en sus manos y puede jugar con ellas y arriesgarlas es injustificable», resaltó.

Para todos los presentes, lo que sucede en Córdoba «es un ejemplo», porque son capaces de compartir valores, a pesar de las diferencias, «que se viven intramuros y se expresan socialmente a través de sus visiones. Pero estando centrados en los que podemos compartir y en las raíces de las confesiones es posible la convivencia y la cooperación y el entendimiento».

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