Toros
Freno en la proyección de la feria taurina de Córdoba
Balance de los califas
El ciclo reduce las expectativas creadas, condicionado por el juego del ganado y el desacierto con el acero de los diestros
La inventiva de Rey Roca y la belleza hipnotizante de Ortega atenúan el descalabro de Los Califas
![Roca Rey fue el triunfador de la Feria al cortar tres orejas el domingo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/05/21/Roca-reycuatro-cordoba-krKF-U602511240604DGG-1200x840@diario_abc.jpg)
Los toros interesan en Córdoba. No hay más que ver el respaldo de la afición el domingo, casi llenando uno de los cosos más grandes del mundo. Pero interesan en depende qué tipo de carteles y con qué tipo de protagonistas. Al ciclo taurino ya cerrado le ha faltado mayor remate. Ha tenido aspectos positivos y también no tan óptimos. El ganado, con un rango de hierros reconocidos, se ha quedado a medio gas.
También la apuesta por sacar a un novillero de la tierra, Manuel Román, que ha comprobado cómo su exponencial ha asumido llanura. El fallo con los aceros y, en otra medida, la presentación de algunas reses en la tarde del ocaso. Todo eso confluye en un balance de disgustos que por contra choca con el éxito, de nuevo, de Roca Rey, y de la labor de toreros como Ortega, Ventura o el propio Román. Todo, obviamente, según se contemple e interprete.
Es cierto que hay que exigir en Córdoba el toro de Córdoba. Es cierto que en eso, quien sabe y reconoce lo que es una corrida de toros, lo asume. Para eso está la empresa, que trajo doce reses, y la autoridad, que es la que valida o no la propuesta empresarial. Es cierto que se puede cuestionar la doble comparecencia del novillero local, siempre a toro pasado, una vez es sabido que no acabó de concretar. También es verdad que, con ese razonamiento, se puede cuestionar la doble cita de Morante, como sustituto de Manzanares. Se puede dudar sobre el acierto de una programación segmentada. Se puede hablar en negativo de la actitud de Morante en su cuarto toro, ante un sobrero que no tenía ni un pase. Hay aspectos que integran la realidad propia taurina que permanentemente van a estar ahí. Son respetables, asumibles, entendibles... También cabe concretar otros matices.
Que el toreo interese en un tiempo donde es atacado desde lo institucional debe servir a quienes pretenden imponer con su desconocimiento criterios en su contra para que tomen nota. Que la defensa de la fiesta también está en una imagen: medio millar de jóvenes de diferentes rangos apoyando a un ídolo y sacándolo en volandas de un recinto por su hombría ante un animal indomable. Que aquellos que promueven espectáculos taurinos, quienes les validan y respaldan, merecen un respeto porque son solo ellos los capacitados para hacerlo, por experiencia y voluntad. Es su vida.
La feria de 2024 ha dejado un saldo de una puerta grande, la de Roca Rey tras cortar el domingo tres orejas, y de tres orejas más conseguidas, una por el novillero Marco Pérez el día del mano a mano, otra por Manuel Román, en el festejo mixto, y por Diego Ventura. Los dos primeros festejos se desarrollaron con menor expectación de la prevista, pese a que hubo un reseñable respaldo, a tenor de las dimensiones del coso.
![Tendido de Los Califas lleno durante la corrida del domingo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/05/21/tendido-plaza-cordoba-krKF--760x427@diario_abc.jpg)
La corrida del cierre, la mejor tarde por ocupación de localidades, con la plaza casi llena. En ninguna sesión, destacó toro alguno; se dejaron un par de Domingo Hernández, con una corrida con reproche de fachada, y uno de Román Sorando y otros tres novillos de Pandilla. Pero ninguno para encumbrar. Bien estuvo Marco Pérez, maduro para su edad. Muy voluntarioso y entregado Román, al que le faltó contundencia. Ventura, a su nivel de excelencia, salvo en el último tercio. Similar circunstancia acompañó a Ortega, torero necesario y elegante, que regaló secuencias imborrables. Destellos y chispa de Morante, también con su cruz. Incontestable Roca Rey.
Para el empresario, el ciclo ha «tenido su medida. Asumo los errores que hayan podido aflorar, pero creo que ha sido una feria condicionada por la espada», explica a ABC. José María Garzón concreta que «la condición para dar más toros es que la gente acuda. Lo vimos el domingo. Yo tomo nota. Si la plaza está igual que el domingo, yo daría diez festejos», apostilla.
Roca Rey fue el triunfador de la Feria:cortó tres orejas el domingo y abrió la puerta grande del coso de Los Califas
Cuestionado por la sustitución de Morante por Manzanares y por el aspecto de algún animal que saltó al ruedo, el empresario de Los Califas aclara que «cambiamos a una máxima figura por otra. Nadie hubiera manifestado nada si le hubiera acompañado el lote. La ganadería de Domingo Hernández no siempre ha sido pareja; se trajeron doce reses. Cuando la gente ha estado descontenta en Córdoba no ha sido por el trapío, ha sido por el juego. En cualquier caso, siempre hay algo que mejorar y yo escucho los mensajes».
Las opiniones
El presidente de la sociedad de propietarios del coso cordobés, Rafael Centeno, concreta que «la mayor satisfacción es saber que con un cartel de categoría, los aficionados cordobeses responden. Es una alegría ver la plaza como el domingo. El empresario, al ver la respuesta, puede pensar en dar mayor número de festejos». Sobre los toreros y su estado, Centeno ensalza el papel de Roca Rey, «manda en el toreo. El pellizco y el arte de Juan Ortega, que, de no haber fallado a espadas, podría haber obtenido trofeos. Sobre Morante... El que va a verlo sabe a lo que va. Él no se da coba si el toro no le sirve».
El presidente de la propiedad considera que Román «es nuestro torero ahora, tiene arte y pellizco, pero tiene que rematar» y que «Ventura es siempre espectáculo». Del juego del ganado, Centeno asegura que «es muy difícil ser ganadero y que no hay nadie que sufra más, para bien o para mal, que un ganadero. Salvo contadas excepciones, en la feria se han dado condiciones para torear». Concluye manifestando que «hay que valorar el trabajo de la empresa y de su equipo; hemos disfrutado en la feria. Tenemos que seguir apoyando. Poco a poco, con la cantera de aficionados jóvenes, la feria será cada año más larga».
José María Garzón, empresario de la Plaza de Toros:«Si Los Califas está igual que el domingo, yo daría diez festejos»
Rafael González Chiquilín, matador de toros y director artístico de la Escuela Taurina de Córdoba, refiere que «cabe destacar la expectación y el respaldo del público» en una feria en la que «no ha habido muchas opciones en el ámbito ganadero». Chiquilín dice que, pese al interés presupuesto, «quizá esperaba más respaldo en la apertura, pero el toreo no es sencillo».
El presidente de la tertulia taurina El Castoreño, Lolo Vázquez sentencia que la feria se resume en «un rotundo triunfo de Roca Rey y un petardo ganadero». «No se puede pedir gran cosa a la vista del número de festejos que se dan. En el futuro se debería fomentar más la competencia local», apostilla.
El ciclo ha frenado un tanto las expectativas, la proyección del novillero de Córdoba y algo del recorrido marcado por la empresa. De los errores se aprende, y de los aciertos se debe sacar partido. El futuro determinará hasta qué punto la apuesta por dar cabida a un protagonista local acaba resultando. Siempre hay tiempo para volver a emprender la marcha.
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