córdoba entre líneas
Francisco Moreno Crespo: «Si Antonio Gala fue víctima de algo fue de su independencia y de su personalidad»
ENTREVISTA
Llegó a la gestión cultural por la relación de Antonio Gala con Elio Berhanyer, con quien se asoció en su época de Artesanos Camiseros
La Fundación Antonio Gala dirigirá el Centro de Creadores Contemporáneos de Cuenca
Pablo Gordillo, ermitaño: «El hombre ha sido creado para la vida eterna»

Conoció a Antonio Gala por la amistad común con Elio Berhanyer, con quien él, Francisco Moreno Crespo, tenía negocios de moda en común. Entre el autor de 'Charlas con Troilo' y el fundador de Artesanos Camiseros, la firma ... que se llevó por delante de la crisis financiera de 2008, hubo una conexión desde el principio: Antonio lo fichó en 2009 como patrono de su Fundación de Jóvenes Creadores con la encomienda de que se ocupara de los asuntos económicos, y cuando la salud del escritor empezó a quebrarse acabó nombrándolo presidente. «Antonio Gala enamoraba», suscribe Moreno.
-¿Por qué?
-Primero, porque su capacidad cultural era tan amplia, tan maravillosa que te dejaba anonadado. En cualquier conversación que tú pudieras emprender con Antonio él llegaba a aspectos que tú nunca habrías podido ni contemplar, porque sabía de casi todo. A él le faltaba darme clases del diseño y moda en la época en la que yo estaba en Artesanos Camiseros, que también lo hacía a veces, porque como usted sabe él era muy presumido. Bueno, él fue una persona con una capacidad cultural inmensa, y después con una simpatía y una capacidad de atracción extraordinarias. Es verdad que también tenía un genio muy vivo, ¿no? Por lo cual había que entender muy bien a Antonio y saber conocerlo y comprenderlo.
-¿Era entonces difícil trabajar con él?
-Tú nunca podías ir a hablar con Antonio sobre algún aspecto sin que tu postura no estuviera basada en argumentos de la razón, porque para él la razón era fundamental. Tú no le podías decir: 'Es que yo creo, es que me han contado...'. Porque él te respondía: 'De acuerdo, pero ¿por qué? Explícame por qué has llegado a esa conclusión'. Y todo eso, unido a su capacidad dialéctica y a su ingenio, lo hacían una persona absolutamente única.
-De todas las cosas que hizo Antonio Gala en la vida, de todo lo que escribió, de todo lo que contribuyó al mundo de la cultura en España, ¿cree que de lo que más orgulloso estaba él era de la Fundación de Jóvenes Creadores?
-Sí, sin duda. Recuerde que él siempre decía que la Fundación era su hijo más querido. De toda su obra, de toda su poesía, de toda su dramaturgia, lo más querido para Antonio era la Fundación. La Fundación nació de una idea de Antonio: realmente no había precedentes en España de que hubiera una institución cultural dedicada a los jóvenes creadores. Primero, tuvo una gran idea; segundo, la desarrolló maravillosamente, porque ¿quién mejor que él para desarrollar algo en el mundo de la cultura? Y tercero, le dedicó tiempo, esfuerzo, patrimonio, y en esto último siempre insisto. Antonio fue muy generoso con la Fundación, hasta el punto del final la declaró heredera universal de todo su patrimonio.
-Usted que lo conoció, y salvando las distancias, ¿no le pasó a Antonio Gala un poco como a Francisco Umbral, que fue en cierta medida víctima de un personaje que él mismo creó?
-No, no, no... Si Antonio pudo ser víctima de algo fue de su independencia, de su personalidad. Antonio nunca se plegó a los conceptos institucionalizados, a perder su opinión por agradar a alguien. Tuvo muchos encuentros, encontronazos y discusiones por mantener siempre su integridad. Antonio no fue nunca un hombre político, sino que fue un hombre sincero. Eso le causó sin duda algunos problemas y algunos enemigos, porque la sinceridad y la honestidad no están tan bien valoradas a veces, como sí lo está la hipocresía.

-¿Cómo es para un hombre de números, de empresa como usted estar al frente de la gestión cultural de una institución que, por ejemplo, acaba de ganar un concurso internacional para hacerse cargo del Centro de Creadores Contemporáneos de Cuenca?
-Bueno, yo creo que en la vida hay que conjugar diferentes facetas. Nosotros, dentro de la Fundación, tenemos maravillosos patronos y maravillosos colaboradores: fíjese que el vicepresidente primero de la Fundación es Antonio Muñoz Molina. Contamos también con Ben Clark, que es hoy posiblemente uno de los mejores poetas de España, premio Adonais; con el pintor Alfonso Albacete; con el músico Benet Casablancas ; con Ana Gavín, de Planeta... Yo tengo siempre una máxima muy presente y es que Antonio sólo llenaba él por sí mismo cualquier faceta de la Fundación: la cultura, la gestión, las relaciones de amistad, la pintura. Él sabía de todo y tenía relaciones en todo. Con él no hacía falta nada más que personas que le ayudaran y colaboraran, y si una personalidad tan importante como Antonio desaparece su hueco lo tenemos que llenar entre varios. Acabamos, por cierto, de nombrar a Miguel Ríos como patrono: se trata de otra personalidad de la cultura de la música, de la música moderna.
-El centro de Cuenca que comentamos tiene similitudes con el C3A de Córdoba. ¿No le parece triste que una parte importante de la ciudadanía cordobesa desconozca ese museo?
-A mí me encanta el C3A, me parece que es una obra maravillosa y, además, tiene exposiciones y tiene motivos para que los cordobeses lo visitemos más. Yo creo que también el paso del río, el puente, esa separación geográfica no le ayudan demasiado. El C3A es una obra que se debería poder potenciar entre todos, los primeros los cordobeses. Respecto a la gestión del C3A no puedo opinar, porque supongo que están muy buenas manos, pero es verdad que quizás no haya impactado lo suficiente en la sociedad, que no esté permeabilizado con Córdoba como todos querríamos que estuviera. Pero ¿de quién es la culpa? Pues no lo sé. Un poquito de todos, a lo mejor. Es posible que todos tengamos un poquito de culpa.
«Parece que con la joya de la Mezquita nos hemos vuelto indolentes»
-Usted, que vive en Madrid, viene a Córdoba en tren. Cuando sale andando de la estación se encuentra desde hace unos meses con una espléndida biblioteca pública, como ocurre en muchas ciudades europeas punteras.
-Sí, sí, eso es una alegría. La nueva biblioteca me llenó de ilusión, me encanta y me parece también un logro magnífico para Córdoba. En esta ciudad tenemos que seguir avanzando. Ya es una grandísima capital histórica y monumental, pero tenemos que convertirla también en una capital cultural de primer orden. Yo creo que tenemos los mimbres, estamos perfectamente comunicados, eso es una condición hoy día indispensable, y lo estamos perfectamente con toda Andalucía, con Madrid y con el resto de España, porque hoy día ya coges un AVE en Barcelona y en dos horas o tres, en tres horas y media como mucho estás en Córdoba. Sí, me parece que Córdoba va en el camino de convertirse en la ciudad cultural que todos esperamos y deseamos.
-Qué camino le queda por recorrer.
-Pues que se conozca un poco más quizás, ¿no? Hay mucha gente que se queda en la Mezquita, porque parece que teniendo esa maravillosa joya nos hemos vuelto un poco indolentes y nos ha llevado a veces a la conclusión de que para qué necesitamos más. Pero, sí necesitamos una cultura más actual, más moderna y más vivida.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete