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Los expertos, sobre el repunte del Covid en Córdoba: «Hay que usar mascarilla con síntomas; no se puede bajar la guardia»

La Junta de Andalucía espera iniciar a mediados de octubre la campaña de vacunación del coronavirus y la gripe

La Junta de Andalucía no ve necesaria la quinta dosis del Covid pese al incremento de casos en verano

Una chica se coloca una mascarilla ABC

D.Delgado

Córdoba

El repunte de casos Covid en Córdoba con el fin del periodo estival y el inicio en fechas próximas de la temporada de influeza, ponen la mira, de nuevo, en el SARS-CoV-2, un virus que sigue ahí, y una pandemia que, de momento, no se ha dado por cerrada (según la Organización Mundial de la Salud).

¿Hay que volver a temerle al coronavirus? Según los expertos, son los grupos de población vulnerable los que nunca han dejado de estar expuestos a las graves consecuencias de esta enfermedad. Entre ellos figuran las personas mayores o aquellas de cualquier edad que tienen otros problemas de salud graves, como afecciones cardíacas o pulmonares, un sistema inmunitario debilitado, obesidad o diabetes.

Así lo pone de manifiesto la portavoz del grupo asesor del seguimiento Covid de la Junta de Andalucía, la doctora Inmaculada Salcedo, que explica que «ya mismo comenzará la época de alta frecuentación, cuando se acumulan enfermedades víricas como la gripe, la covid y el virus respiratorio sincicial, y es importante que los ciudadanos adopten las medidas de protección que conocemos para evitar la transmisión por gotas».

En este sentido, Salcedo llama a las personas que tengan síntomas a volver a utilizar las mascarillas, sobre todo, en espacios cerrados, evitar el uso del transporte público y eludir el contacto con población vulnerable. «Además, ninguno deberíamos abandonar la higiene de manos», ha indicado la experta.

Sobre la posibilidad de variantes de la Covid que pongan en riesgo de nuevo a la población, la portavoz de la Junta asegura que «no podemos dejar de estar vigilantes ni bajar la guardia» y ha hecho referencia a las investigaciones con anticuerpos monoclonales para la prevención de la enfermedad.

En la misma línea se pronuncia el virólogo José Juan Aguilar: «Al Covid no hay que tomárselos a la ligera. Y ahora, cuando vuelva de nuevo el frío, aumentarán los casos. La gente, con los resfriados, olvida hacerse la prueba del coronavirus y pueden transmitir la enfermedad a enfermos crónicos y ancianos», recuerda.

En este sentido, el experto, que critica que se haya dejado de usar la mascarilla en centros de salud y farmacias, alerta de que «no hay que relajarse: el virus ha venido para quedarse e incluso gente joven y supuestamente sana han sufrido seriamente la enfermedad y sus secuelas».

Doble vacuna en octubre

Precisamente, para seguir manteniendo a raya a un virus que en Córdoba ha provocado la muerte de más de 1.700 cordobeses en tres años, la Junta de Andalucía volverá a vacunar frente a la Covid a partir de octubre a los colectivos que tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad de forma grave.

Así lo anunció hace unos días el director del Plan Estratégico de Vacunaciones en Andalucía, David Moreno, que explicó que la vacuna «se administrarán de manera conjunta con la de la dripe, pues en este tiempo se ha comprobado que no hay ningún tipo de interferencia, se tolera muy bien y no aumentan los efectos secundarios».

Ahora mismo la covid no tiene una estación definida pero, «lo normal, es que vuelva a haber, como hay gripe, como hay otros virus respiratorios, en torno al otoño y al invierno. Entonces, es muy importante que los grupos personas que hemos detectado que todavía no se defienden del todo bien refuercen sus defensas, las vuelvan a poner otra vez a punto para defenderse mejor contra esa Covid», indicó Moreno.

¿Quiénes tendrán que vacunarse?

Grosso modo, las personas que tienen que acudir a ponerse ambos pinchazos son los mayores de 60 años o más; internos en centros de discapacidad y residencias de mayores, así como otras personas institucionalizadas de manera prolongada y residentes en instituciones cerradas.

A ellos se suman enfermos crónicos con afecciones cardiovasculares, neurológicas o respiratorias, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma, entre otras; y personas con trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.

También embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio (hasta los 6 meses tras el parto y que no se hayan vacunado durante el embarazo); convivientes con aquellas que tienen alto grado de inmunosupresión; personal sanitario y sociosanitario, y trabajadores de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

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