El eterno regreso de las mujeres de Julio Romero
El investigador malagueño Javier López de Luna, especializado en el siglo XIX cordobés, ofrece un avance sobre su investigación de la obra de Romero de Torres con motivo del aniversario de su fallecimiento
Cuando Julio Romero de Torres veía el mundo verde y azul desde Córdoba
![Julio Romero de Torres pintando a una modelo en su estudio](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/15/estudio-romero-torres-kmYH-U502934512206kZE-1200x840@abc.jpg)
El historiador e investigador Javier López de Luna se declara a los pocos segundos de comenzar a charlar «un enamorado de Córdoba». Nacido en Málaga y doctor en Historia del Arte por la UMA, explica que tuvo «la oportunidad acabar la carrera en Córdoba con ... una beca Séneca» y «ahí nació mi pasión por la ciudad».
De ese vínculo partió su tesis doctoral, centrada en los viajeros románticos que visitaron la Mezquita-Catedral en el siglo XIX, una obra que se publicó bajo patrocinio del Cabildo Catedralicio. Fue precisamente durante esa investigación cuando López de Luna se adentró en la obra y la vida de Julio Romero de Torres, un personaje que le fascina y en el que ha centrado desde entonces una de las líneas de investigación que desarrolla tras haber logrado una plaza postdoctoral de investigación en la Universidad de Málaga.
El primer esbozo de ese estudio es la base de la conferencia que pronunció el pasado martes en la Fundación Antonio Gala sobre un tema recurrente pero a la vez inagotable: el referido al papel esencial de la mujer en la obra del gran pintor cordobés de la Edad de Plata.
Su investigación nace del estudio de los documentos que tanto Julio Romero como su familia legaron a los archivos provincial y municipal. Un material ingente, miles de documentos, pero accesible gracias a la digitalización según reconoce López de Luna.
![Imagen principal - En estas imágenes, 'Fuensanta', 'Naranjas y limones' y 'La samaritana'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/15/fuensanta-julio-romero-kmYH--758x470@abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - En estas imágenes, 'Fuensanta', 'Naranjas y limones' y 'La samaritana'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/15/naranjas-limones-romero-kmYH--464x329@abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - En estas imágenes, 'Fuensanta', 'Naranjas y limones' y 'La samaritana'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/15/samaritana-romero-torres-kmYH--278x329@abc.jpg)
Su estudio le ha permitido avanzar con una mirada propia en esta línea y también en el conocimiento tanto de la vida del pintor, y su intensa relación con grandes creadores de su tiempo, como en el siglo XIX cordobés, un periodo que considera «muy intenso y eclipsado al igual que otras etapas por el brillo del Califato», que es el periodo histórico que suele despertar mayor interés en los investigadores junto a la etapa romana.
Según explica el investigador, «Córdoba vivió durante el siglo XIX una etapa de esplendor, marcada por la tradición neoclásica que originó la Escuela de Bellas Artes». El investigador recuerda que «en esta época se levantó la Iglesia del Juramento de San Rafael, según el diseño arquitectónico de Vicente López Cardera, adyacente a la vivienda donde, según la tradición, el padre Roelas fue visitado por el Arcángel de Córdoba».
El artista es un claro heredero de la tradición decimonónica, «pero crea unos fuertes vínculos con el pasado», apunta De Luna
Siguiendo de igual forma los patrones neoclásicos, se construyó la Ermita de Nuestra Señora de la Salud, que da nombre cementerio homónimo. A esta misma época, explica López de Luna, debemos la capilla de los Llanos del Pretorio, una antigua ermita reconstruida en el siglo XIX bajo el canon neogótico, cuyo titular es un lienzo que representa a Jesucristo ante el Pretorio Romano.
Añade sin embargo que «una de las edificaciones más portentosas que se proyectaron en esta ciudad en el último tercio del siglo XIX fue el Gran Teatro de Córdoba, diseñado en 1873 por el arquitecto Amadeo Rodríguez y que ha conseguido con creces su registro en la titulada 'Arquitectura de Hierro'.
El brillo del arte decimonónico
En su trabajo, López de Luna recorre la Córdoba artística del XIX y la vida del pintor, para centrarse luego en el papel de la mujer en su pintura tanto con apreciaciones personales como con la inclusión de citas de otros autores y estudiosos del artista. «Si contemplamos la obra de Julio Romero de Torres –explica el investigador a ABC- descubrimos es un claro heredero de la tradición decimonónica, pero crea unos fuertes vínculos con el pasado, claramente visibles en su discurso narrativo, en su pintura simbolista y en sus visiones sobre la mujer, todo ello a menudo regado por tintes folclóricos y vernáculos».
!['La chiquita piconera'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/15/chiquita-piconera-imagen-kmYH--624x350@abc.jpg)
Añade sobre su evolución que, en un primer momento, la obra de Julio Romero de Torres se nutre de elementos provenientes de la tradición, como la pintura italiana del Renacimiento, el mundo flamenco de los siglos XV y XVI, la tradición barroca, el Romanticismo alemán, los prerrafaelitas y los lenguajes visuales suministrados desde las inagotables canteras del cambio de siglo. Aunque considera acertada la frase del historiador del arte Jaime Brihuega sobre el hecho de que «resulta inexcusable advertir que, a partir de la segunda década del siglo, en el imaginario colectivo habitarían las modernas figuraciones de entreguerras y ambos hemisferios constituyen un marco de referencias visuales sin el que no es posible llegar a interpretar el peculiar sentido de la pintura del artista cordobés».
López de Luna recuerda también una cita de Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen de Málaga: «El principal motivo para el pintor fue la mujer, y a tenor de su iconografía, este mundo femenino estaba dividido: por un lado, en una mujer representante de la virtud y del orden doméstico, donde aparece también la entrega mística de quien ha decidido llevar una vida de oración; y, por otro lado, la mujer sensual, entregada a los placeres de la vida».
Ellas, protagonistas
El joven investigador malagueño sostiene que «todas sus obras tienen a la mujer como principal protagonista; de hecho, fueron numerosas las actrices y cantantes que posaron para sus cuadros». López de Luna añade que «los lienzos de Julio Romero de Torres están repletos de figuras femeninas, ya sean alegorías o retratos».
!['Nuestra Señora de Andalucía'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/15/senora-andalucia-romero-kmYH--624x350@abc.jpg)
Ocho mujeres encarnan el 'Poema de Córdoba' en todas sus facetas: guerrera, romana, judía, barroca, cristiana y torera. Así mismo, una serie de mujeres representan Andalucía, la copla, el cante y hasta la propia primavera en cuadros hoy míticos como 'Vividoras del amor', 'Rosarillo', 'Viernes Santo', 'Fuensanta', 'Flor de Santidad'. frente a los desnudos de 'La Venus de la Poesía', 'El pecado', 'Rivalidad' o 'La nieta de la Trini'.
Como explica López de Luna, Julio Romero de Torres consiguió, «de todas las formas y maneras, reflejar en su pintura la personalidad de Córdoba a través de los retratos de sus mujeres, en cuyas miradas queda recogido el silencio de la ciudad andalusí, un silencio que nos interpela y nos interroga, un silencio enigmático y misterioso, que nos sobrecoge al contemplar las obras del genial pintor».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete