Pasión en Córdoba
Dulces de Navidad, delicias para el paladar y para el alma en Córdoba
Abre sus puertas en el Patio de San Eulogio la muestra de la hermandad del Calvario, con productos artesanales de 15 conventos
El dulce apoyo de las hermandades de Córdoba a los conventos
![Numeroso público en la jornada de apertura de la Muestra de dulces conventuales de la hermandad del Calvario, en el Patio de San Eulogio, el lunes](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/04/muestra-dulces-calvario-REiIF7AbgkQWVfiAN2sbDfI-1200x840@abc.jpg)
Surtido de sensaciones y sabores en delicadas cajas y envoltorios, como delicada fue su forma de elaboración. En los primeros compases del Adviento, la antesala de la Navidad, la Muestra de Dulces Conventuales de la hermandad del Calvario abrió este lunes sus puertas y permite emprender este viaje hacia la fiesta más entrañable del año.
Y el recorrido tiene varios planos: el de la celebración material con los dulces que se disfrutarán en familia y con amigos y el de hacer una buena obra con las monjas que los preparan y con Cáritas.
Lo recaudado con la venta de estas delicias tiene ese fin altruista. La cita más veterana de este tipo de las que se desarrollan en Córdoba alcanza este año las 18 ediciones.
Y como novedad se ubica en el Patio de San Eulogio en la calle Torrijos, junto al Palacio Episcopal y frente a la Mezquita. Por eso acapara desde primera hora en su primera jornada la atención de los cordobeses más asiduos y también de los turistas que están ya en la zona curioseando.
«¿Qué horario tiene?», se interesan unos visitantes para volver después y no tener que ir cargados todo el día. La respuesta es que es de 10.00 a 20.00 horas, de manera ininterrumpida hasta el próximo domingo 10 de diciembre. En este lugar, cedido para la ocasión por el Cabildo-Catedral, las mesas se han dispuesto en la zona cubierta, por lo que el frío y la lluvia están a raya.
Variedad
Turrón, miel, trufas, yemas, suspiros, alfajores, mantecaditas, mazapán y roscos de anís forman parte de este viaje por la artesanía monástica
El listado de delicias que se puede abarcar en tan sólo unos metros sin acudir físicamente a estos quince conventos de Andalucía y Extremadura es casi eterno: empiñonados, pestiños, turrón, trufas, yemas.
De las Jerónimas de Constantina hay torta imperial y diversos tipos de turrón artesano, como el de sabor chocolate-nuez. De Santa Clara de Estepa pueden adquirirse alfajores, mazapán y turrón blando de almendra.
También han traído botes de miel de azahar y de romero, del Monasterio de San José, de Villaviciosa de Córdoba; y de las monjas del convento Concepcionista de Osuna, los célebres bizcochos marroquíes.
Iniciativas de este tipo, como la que también desarrollan en otros puntos de la ciudad las cofradías del Descendimiento y la Sentencia, permiten brindar para todo el año un importante sostén económico a las monjas de diversas congregaciones y conventos que en ocasiones tienen dificultades para poder subsistir.
El primer turno de hermanos voluntarios del Calvario al pie del cañón atiende servicial y con presteza las dudas en cuanto a los productos que se ofrecen, como seguirán haciendo durante toda la semana.
Están presentes cenobios de Martos, Baza, Córdoba (el de Santa Ana y San José, con polvorones artesanos de almendras y roscos), Estepa, Marchena, Montilla, Villaviciosa de Córdoba, Osuna, Fregenal de la Sierra (Badajoz), Alcalá la Real, Belalcázar, Garrovillas (Cáceres), Aguilar de la Frontera, Constantina y El Puerto de Santa María.
Los villancicos tradicionales en castellano con tonos rocieros que suenan a la entrada animan a entrar y a apostar por vivir este tipo de Navidad, la versión más auténtica y llena de sentido: '¡Navidad, Navidad, dulce Navidad...!'.
![Cortadillos, polvorones y trufas de Santa Teresa, entre las delicias a la venta](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/04/muestra-dulces-calvario1-U16101357432tdK-624x350@abc.jpg)
Entre las numerosas cajas que se ven al principio figuran los pastelitos de aceite de oliva de las hermanas Clarisas de Belálcazar. De El Puerto de Santa María, las Comendadoras del Espíritu Santo están representadas con polvorones, mantecaditas de vainilla, almendras de chocolate, suspiros de amor y trufas. Dicen estas religiosas que «desde la oración y la elaboración os ofrecemos nuestras artesanías monásticas».
Y a poco que se leen los ingredientes de estos dulces se ve que son pocos y muy escogidos. También sus nombres lo dicen todo. Las Trinitarias de Martos realizan pastas de corazones de San Francisco, roscos de anís de San Ignacio y peinetas de almendra de Santa Gema.
Del convento de Santa Clara de Montilla llegan por ejemplo los panecillos de San Antonio y del municipio cacereño de Garrovillas, el turrón de la abuela. La Navidad sabe mejor ante este deslumbrante paraíso.
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