Junta de andalucía
Cultura protege como Bien de Interés Cultural la Santería de Lucena
Destaca que salvaguarda así una de las «expresiones culturales más singulares de las formas asociativas que se dan en los rituales festivos en nuestra comunidad»
El Ayuntamiento de Lucena aprueba la petición de la declaración como BIC de la Santería
La santería de Lucena ya tiene museo
La Consejería de Cultura y Deporte ha informado este miércoles en un comunicado de que ha incoado el procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Actividad de Interés Etnológico, la Santería de Lucena. Estee Departemento del Gobierno autonómico destaca que esta actividad «constituye una de las expresiones culturales más singulares de las formas asociativas que se producen en el contexto de los rituales festivos en la comunidad andaluza».
La Santería, que ahora se salvaguarda bajo la máxima figura de protección, es «el arte ritualizado de portar las imágenes sagradas en tronos, a hombros de una cuadrilla de hombres [los llamados santeros], dirigida por un capataz, conocido por los lucentinos como manijero». «Santear identifica y distingue la forma procesional de Lucena respecto de otras formas análogas, conformando un modelo organizativo propio», recuerda la Consejería de Cultura.
Esta singular forma de portar las imágenes procesionales -o santos-, que se acompaña únicamente de tambores y en algunos casos de torralbo -corneta que se utiliza en las santerías de Pasión para anunciar la llegada de un paso-, ha generado un mundo propio de enorme singularidad en el contexto de los rituales festivos de Andalucía. Al valor social de la santería como institución de carácter genuino hay que añadir el valor estético y plástico de llevar los tronos a hombros, concebido como arte en movimiento.
En este ritual lucentino, los santeros portan las imágenes sobre los hombros con el rostro descubierto, la cabeza erguida, cogiendo el varal con la mano correspondiente al hombro que soporta el peso, en una pose casi rígida, al mismo tiempo que imprimen movimiento, en algunos casos dinámico y en otros estático. Se persigue, por tanto, que el movimiento represente a la imagen o la escena que se lleva, diferenciándose una serie de estilos o de pasos básicos, reproducidos en santería de pasión y de gloria.
Práctica que se remonta al siglo XIX
Las cuadrillas de santeros van uniformadas con indumentaria específica. Así, en las santerías de Pasión van vestidos con una túnica corta y capirote corto echado hacia atrás sin cubre-rostro, del color de la cofradía. En las santerías de la Virgen de Araceli la indumentaria de los santeros cambia. En la bajada y subida en romería los santeros llevan pantalón de medio ancho, botas negras, camisa blanca, cinto, pañuelo blanco, faja del color del vestido de la Virgen y el escudo de la Real Archicofradía en el pecho.
La práctica de la santería se remonta al siglo XIX, y en esta fecha sitúan su origen los investigadores locales. Sin embargo, constan preexistencias barrocas y dieciochescas en el siglo XVII y XVII en las que pueden apreciarse aspectos directos de la santería. Esta forma de portar las imágenes, sin perder la esencia del santeo, ha ido evolucionando hasta hoy, detectándose varias etapas o fases a lo largo de la historia.
Se ha ido transmitiendo de generación a generación, y a través de la observación de las prácticas dentro de las cuadrillas. De este modo, se garantiza la continuidad en el tiempo sin perder cada una de las características que ha hacen singular.
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