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Agricultura

La cosecha de cítricos en Córdoba baja esta campaña un 50%

La recolección, que comenzó el pasado octubre, se resiente por la lluvia escasa y por las dotaciones de riego a la baja

La caída del aforo de cítricos de Córdoba podría ser mayor por la sequía

La campaña de cítricos en Córdoba caerá un 17% según el aforo de la Junta, con 300.000 toneladas

Procesado de la naranja en una planta de Córdoba Rafael Carmona

Pablo Cruz

Córdoba

Igual que está ocurriendo con el olivar, los cítricos también se están viendo afectados por una reducción muy importante de la cosecha, aunque en el otro lado de balanza se encuentra el hecho de los buenos precios que se están registrando en los mercados. En ambos casos, la menor producción que está habiendo desde octubre, cuando comenzó la recolección, es consecuencia de la baja pluviometría, las mínimas dotaciones de agua para el riego y el fuerte calor que hubo durante varias jornadas del pasado verano.

Una de las pocas diferencias entre los dos cultivos este año es que mientras que la aceituna está prácticamente ya recogida en su totalidad, a la naranja le quedan aún por delante algunos meses en la Vega del Guadalquivir, donde se reparten unas 12.000 hectáreas sembradas con este cultivo en municipios como Palma del Río, Hornachuelos, Fuente Palmera o Posadas.

La propia Administración autonómica ha reflejado esta situación en sus últimos informes de coyuntura agraria, que indican que «la bajada de las temperaturas ha favorecido el consumo y la demanda de naranja, lo que aumenta su cotización, a lo que se une la mayor merma de producción, así como el mayor valor comercial de las variedades tardías».

Según los técnicos de la Delegación Provincial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Sostenible, ya se encuentra finalizada la recogida de la variedad navelina, mientras que las salustianas y las Navel están recolectándose y se está comenzando con las primeras parcelas de navelates y navel lane lates.

El presidente de la asociación profesional Palmanaranja, Antonio Carmona, aseguró a ABC que en esta ocasión la campaña finalizará antes de lo previsto debido a la menor cosecha, de modo que sus previsiones son que los trabajos en las fincas concluirán en abril, «cuando lo habitual es que estuviéramos recolectando fruta hasta junio o julio, o, incluso, llegáramos a principios de agosto».

Según indicó, la bajada de la producción será mayor de la prevista al inicio de la campaña, llegando a una reducción de hasta el 50 por ciento en el caso de las variedades tardías. A su juicio, la falta de agua y las largas olas de calor que hubo en el último periodo estival son las principales causas del menor número de kilos de cítricos recogidos.

Palmanaranja estima que la campaña acabará en abril; antes llegaba a agosto

El aforo que dio a conocer a finales de septiembre la Junta de Andalucía auguraba para Córdoba una producción de unas 288.274 toneladas frente a las más de 422.000 que se recogieron en la temporada anterior, lo que suponía un descenso cercano al 32 por ciento.

Esta bajada solo se veía superada por la prevista en Sevilla, que rozaba el 38 por ciento. La pérdida en el conjunto de Andalucía se esperaba que fuera del 25 por ciento. Todo parece indicar que la merma será superior al finalizar la campaña.

El gerente de la Cooperativa Agrícola de Regantes (Coare), David Chao, también aludió a una pérdida de cosecha que podría llegar a un 50 por ciento debido a que los bajos niveles de precipitaciones y de dotaciones para el riego «han generado que la fruta no haya adquirido el volumen adecuado». Desde su punto de vista, «nos encontramos ante la peor temporada en los últimos cinco años».

Buenas cotizaciones

Lo positivo para agricultores e industria son los precios. La última lonja agraria de la Cámara de Comercio, que tuvo lugar el pasado 7 de febrero, daba cuenta de las buenas cotizaciones en el caso de la variedad salustiana de primera calidad, con valores entre los 0,27 y los 0,3 euros por kilo. Se trata del doble de lo que se pagaba hace 12 meses. También destacan las variedades industriales, con un encarecimiento anual del 69,2 por ciento, al mismo tiempo que la naranja lane late de se elevaba un 54,5 por ciento.

«Son precios aceptables, pero los ingresos son menores debido a la menos cosecha prevista», resaltó el representante de Coare, quien se preguntó: «¿Para qué quiero que la fruta se pague bien si apenas hay producción para vender y los costes a los que tenemos que hacer frente son tan altos?». Según afirmó, los mercados sí están teniendo una buena respuesta como consecuencia de que hay mercancía en el mercado.

El coste de la energía se ha incrementado hasta un 50%, lamenta el sector

Una opinión muy similar es la que mantiene el también gerente de Sunaran al apuntar que «es verdad que los precios son superiores a los del año pasado, pero al haber una bajada de la cosecha, los niveles de rentabilidad de las explotaciones serán más reducidos».

En esa situación influyen los mayores gastos a los que tienen que hacer frente los productores y las empresas dedicadas a la manipulación. «Hemos sufrido incrementos bestiales de hasta el 50 por ciento en el caso de la energía, los fertilizantes, los embalajes o el cartón, lo que afecta a nuestros márgenes», lamentó Carmona.

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