Cultura ecuestre
Cabalcor 2023 | Un patio de Córdoba para volver a la cultura del campo
Cientos de personas animan la cita disfrutando de la belleza de los animales en una jornada radiante
Feria del Caballo de Córdoba 2023: En busca del Pura Raza Española perfecto en formas y movimiento
![Picadero de Caballerizas Reales en la jornada del sábado de Cabalcor](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/09/23/festival-cabalcor-sabado-R468JSVRelmfeEHs8Gj5JFP-1200x840@abc.jpg)
En algún momento las ciudades se elevaron como estandartes del progreso. La gente dejaba el campo y los modos de vida apegados a la tierra y a sus ciclos naturales en busca del asfalto de las urbes grandes, de sus escaparates y de sus teatros.
Se diferenciaban al principio, pero conforme pasó el tiempo, las carreteras mejoraron y los coches podían cubrir la distancia en poco tiempo se hicieron casi uniformes, como si tuvieran que imitarse las tiendas y el mobiliario urbano para que ninguna destacase.
Había excepciones, pero cada vez estaban más recluidas en la postal. Alguna vez sucede algo que devuelve las cosas no a un momento antiguo, que sería casi una reconstrucción artificial, sino a otro eterno, que es lo que nunca pasa de moda.
Donde ahora hay acumulación, queda un patio enorme; donde el asfalto, el albero; en vez de los setos, los árboles añosos. En lugar de las corbatas y los zapatos, los trajes de corto; donde había coches y motos, ahora hay caballos. Es el traje de excepción que Cabalcor da a la ciudad en estos días.
Estética
La Feria Internacional del Caballo vive este sábado su última jornada como un viaje a los cimientos de la cultura rural andaluza. A los animales cuidados y a la estética tradicional, al mundo del campo en que el buen gusto se tiene incluso para pisar la tierra.
Acompaña el tiempo, que es de un sol radiante que no calentaba pero que deslumbraba. Desde el mediodía han empezado a llegar las familias a las Caballerizas Reales para pasar un día y disfrutar de la presencia de unos animales que viven en el campo y que admiran siempre que pisan la ciudad.
Y sin embargo cuando están allí, Córdoba lo es más que nunca. Pasa por la estética impecable de las Caballerizas, con sus ladrillos a la vista, su equilibrio renacentista y sus portadas labradas, por los trajes de corto de los presentadores, por las cuadras llenas, por los que esperan en la inmensidad del picadero.
Sí, parece un viaje a un patio cordobés, con toda la estética tradicional que no debe perder su esencia aunque se renueve. Tiene menos flores y más enredaderas, y no empedrado sino albero, pero no deja de recordar la relación con la luz y la sensación de que no pasa el tiempo.
El interés están durante muchas horas en el Concurso Morfológico. Por la mañana pasan yeguas de impecable traza y de un galope como trazado por un pincel de vigor y luz, y el sol se reflejaba en la capa para hacerlas todavía más hermosas. Se acercan los cordobeses y también muchos visitantes de fuera, que es sábado y las Caballerizas Reales está en pleno corazón monumental.
En las mesas de pie, porque no es el campo sitio de mesas adornadas, van pasando las cervezas y el mejor vino, y el ambiente se animaba, y así hasta la noche, cuando se hagan públicos los premios y se celebre el espectáculo 'Pasión y duende del caballo andaluz'.
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