La boda cordobesa del comandante de la Guardia Civil implicado en la trama de Koldo y Ábalos

Estas «coimas» o dádivas eran la contraprestación económica que el agente percibía a cambio de la información confidencial y líneas de teléfonos seguras que proporcionaba a la red corrupta para escapar al radar judicial o policial. Uno de estos dispositivos móviles fue utilizado por José Luis Ábalos, hasta julio de 2021 ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE.

El comandante nacido en Benamejí (Córdoba), que es identificado en las anotaciones incautadas como «R» o «Rubén», era el nexo que conectaba la trama de Víctor de Aldama y Koldo García, antiguo asesor y chófer de Ábalos, y el Ministerio del Interior, según revela un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado.

Los investigadores señalan que formaba parte de una organización donde el exministro desempeñaba un «papel relevante». La misión de este mando de la Benemérita consistía en «asegurar la protección y continuidad» a la red corrupta para facilitar las actividades delictivas y obtener así pingües beneficios económicos.

Aldama no traba contacto con Rubén Villalba hasta finales de 2019 por intermediación de Koldo García Izaguirre, quien se lo presentó. Lo que pocos conocían es que la relación entre el exasesor de Ábalos y el guardia civil cordobés se remonta a muchos años antes, probablemente después de la incorporación del agente al Grupo de Información de la Benemérita en Gipúzcoa desde diciembre de 2008.

El 3 de diciembre de 2016, Villalba se casó con Luisa María F. O. en su pueblo. A la boda asistió como invitado Koldo, apodado 'El grandullón' o 'El chiquitín', según constatan los agentes tras analizar los archivos contenidos en un móvil intervenido en el registro del domicilio del agente el 20 de febrero de 2024. A mes siguiente, el 11 de enero de 2017, Rubén «ingresa en sus cuentas en una sola operación en efectivo 7.750 euros», detalla la UCO, que no precisa el origen del dinero.

Rubén, hoy investigado por supuestos delitos de cohecho y pertenencia a organización criminal, era, en palabras del exchófer de Ábalos, uno de los «nuestros». «Es lo mejor que tenemos», comentó Aldama en un grupo de Whasapp denominado '4 mosqueteros' tras su fichaje.

El cerebro de la organización había conseguido a través de este agente infiltrarse en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Y no en cualquier lugar. Rubén manejaba informaciones de alto interés para la seguridad y contactos con agentes de servicios homólogos policiales y de inteligencia.

En febrero de 2016 entró a trabajar en la Jefatura de Información de la Guardia Civil en Madrid, primero como capitán, hasta el 16 de octubre de 2023, cuando siendo ya comandante recibió como premio un destino en la Consejería de Interior de la Embajada de España en Venezuela. La UCO indagó si Villalba pudo dar el chivatazo a los implicados de que estaban siendo investigados, pero no halló ninguna certeza al respecto.

Fue una relación de provecho mutuo. Entre los años 2017 y 2023, «Rubén ha recibido abonos por valor de 145.049 euros de origen desconocido», incluido el posible regalo de bodas. El 60,75% de esta suma, 88.119 euros, corresponde a pagos acreditados de Aldama entre 2021 y 2023, ya sea en metálico o a través de las cuentas asociadas al propio comandante o a su esposa, que está empleada en el Ayuntamiento de Benamejí, un pueblo de casi 5.000 habitantes que años atrás era conocido por la grieta localizada en una ladera que a punto estuvo de engullir algunas casas.

Coincidiendo con las entregas de dinero en metálico del presunto cabecilla de la red, los gastos con la tarjeta del núcleo familiar del comandante disminuyeron y las retiradas de efectivo en el cajero se redujeron a cero.

En paralelo, su tren de vida se aceleró. En noviembre de 2022, entró en una conocida relojería de la madrileña calle Serrano para comprar un reloj de la marca Rolex valorado en 10.050 euros. El 3 de marzo pasado, el comandante fue detenido en el aeropuerto de Barajas antes de coger un vuelo con destino a Caracas. El 17 de octubre de 2023 ya barruntaba que le estaban siguiendo el rastro y avisa a su mujer. «Está la cosa muy mal», le previno.