Inflación
«Más barato un todo incluido en el Caribe que la costa andaluza»: el precio de las vacaciones sube en Córdoba más de un 15%
Los hoteles de la playa encabezan un alza de precios que sin embargo apenas hace que decaiga la demanda
El centro de Europa y los países de Extremo Oriente crecen en un verano sin restricciones para desplazarse
¿Dónde compran los cordobeses la segunda vivienda vacacional y cuánto ha subido su precio?
Playa de La Barrosa en Chiclana de la Frontera
Este verano los cordobeses viajarán más que otros años, pero también pagarán más por sus vacaciones. La inflación se deja notar en los precios de los hoteles y de los vuelos, que encarecerán bastante los viajes, pero eso no será obstáculo para que haya más demanda en el primer verano después de la pandemia en que no hay ningún tipo de restricciones para llegar a ningún país extranjero.
Así lo confirman las agencias de viaje consultadas por ABC, que coinciden siempre en la alta demanda y en también en la subida de precios. Francisco Cano, gerente de Viajes Palmasur, constató que la subida ha sido de entre el 10 y el 15 por ciento en los hoteles y en los precios de los vuelos que van hacia distintos destinos europeos.
La demanda es alta, quizá la mayor en los últimos años, y aunque algunos clientes se marchan de la agencia sin haber hecho la reserva ante la certeza de que los precios están más altos, las agencias viven un año con mucha actividad. «Se prevé que será buen año, porque vendrá mucho turismo exterior», afirmó, y eso tiene que ver también con la voluntad de los viajeros cordobeses de llegar a muchos más lugares que en años anteriores.
¿Y a dónde, exactamente? «Las Islas Baleares y Canarias tienen previsión de bastante demanda», sin salir de España. Entre los destinos que más han subido de precio están los más frecuentados por los cordobeses en verano: las costas andaluzas, de principio a fin.
Determinados lugares ni siquiera conocieron época de crisis, pero este año se ha notado mucho la subida de precios. También, recordó Francisco Cano, Portugal, que es un destino muy solicitado, sobre todo la zona del Algarve y Lisboa. Quienes escojan estos lugares pagarán este año más por sus vacaciones.
Los clientes de agencia buscan hoteles y apartohoteles antes que pisos turísticos, que van por otros canales
Los que deciden salir de España, explicó el responsable de Palmasur, lo harán sobre todo a destinos clásicos y monumentales en la Europa Central. Viena, Praga y Budapest son destinos clásicos para el verano que este año tienen mucha demanda, igual que Francia y Alemania. «Al Reino Unido también van, pero es algo más difícil desde el Brexit, porque ahora se exige el pasaporte», asegura.
Francisco Cano aseguró que también se están recuperando los viajes de novios, muy limitados en los meses posteriores a la pandemia debido a las restricciones.
La misma impresión constata Marisa Chacón, gerente de la agencia Viacor, que habla de las mismas subidas sobre todo en los hoteles de la costa, pero también en viajes a larga distancia. Su firma está especializada en turismo cultural y gestiona muchas rutas por Asia y lo que se conoce como Extremo Oriente: Tailandia, Vietnam, Camboya, Sri Lanka y también Japón. Son viajes en que los clientes contratan un paquete completo, que incluye viaje, traslados, hoteles y visitas.
Idiomas
Lo más atado posible, sin aventuras, porque, como recuerda «son personas de mediana edad o algo más, que llevan mucho tiempo trabajando y que tienen cierto nivel económico». Y en ese grupo es menos frecuente un dominio amplio del inglés, que es imprescindible para moverse por esos países. Es la lengua de intercambio y, si no tienen el nivel suficiente, van en viajes en los que quieren afrontar las consecuencias de no poder explicarse. Los jóvenes «sí son mucho más atrevidos», pero no están entre su tipo de clientes.
Dentro de los viajes nacionales, Marisa Chacón destaca no sólo las costas, sino también los destinos en el Norte de España. «Son más frescos y desde el principio se dice a la gente que en Córdoba las temperaturas van a ser muy altas».
La agencia Espalia sí ha notado un aumento mayor de los precios que habrá que pagar por las vacaciones: entre el 30 y el 40 por ciento dice Esperanza Naranjo, su copropietaria. Y «ha subido todo, tanto los vuelos y viajes como las estancias en las costas». Eso no significa, y en eso coinciden con los demás, que se retraiga la demanda. «El que viaja es porque tiene dinero disponible para pagárselo, aunque el aumento de precio hace que haya gente que se limite un poco», cuenta.
Es decir, se puede viajar menos días, pero no se deja de hacerlo. Todo a pesar del paisaje que deja la subida de precios: «Si un billete de avión a Europa costaba antes 150 euros, ahora son 250, y si la estancia media en un hotel de la playa eran 1.500, ahora pueden ser 1.800». Eso sí, como los demás, afirma que «los precios en la costa pueden parecer un poco intratables».
Lo que no quitará para que sigan los hoteles llenos y también las playas, pero Esperanza Naranjo lo resumió de una forma muy gráfica: «Puede que sea más barato irse al Caribe a un todo incluido que a la costa de Andalucía». En su agencia constató también el mismo interés por Asia de que había hablado la responsable de Viacor.
Frente al auge de los apartamentos turísticos, los viajeros que optan por las agencias prefieren los hoteles. De vez en cuando se ofrecen, pero no es lo más frecuente, porque son clientes distintos. Así, «la mayoría prefieren hoteles y apartahoteles, donde pueden tener su pensión completa y media pensión», afirmó Esperanza Naranjo.
Todo porque, como también recordó el gerente de Palmasur, el cliente que acude a las agencias de viajes es distinto del que busca a través de internet. Este último en ocasiones pacta el precio y el alojamiento con los mismos dueños del apartamento turístico.
En ocasiones se pueden ofrecer, sí, en la agencia de viajes, pero no es frecuente. Lo que sí tienen claro es que la existencia de portales en internet en que se pueden gestionar alojamientos y comparar precios puede ser una alternativa a las agencias de viajes, pero no les resta clientela.
Es más, muchos han vuelto a ellas tras algunas malas experiencias «de estafas o de efectos de huelgas de pilotos», como explicó el gerente de Palmasur. «Internet no es tan bueno para viajes de novios o rutas un poco más complejas, que a los clientes les gusta hacer con la seguridad de la agencia física, que tiene las puertas abiertas y a la que pueden llegar para cualquier problema», resaltó.
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