el campo

Bajan los perceptores de los subsidios agrarios al reducirse los trabajadores

La reducción de la mano de obra como consecuencia de las bajas cosechas reduce los beneficiarios en la provincia

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Una mujer durante la campaña de recogida de la aceituna en una finca de Córdoba VALERIO MERINO

Pablo Cruz

Córdoba

Durante casi 40 años las ayudas a los trabajadores agrarios han jugado un importante papel para el mantenimiento de la población en los núcleos rurales de Córdoba. El motivo de la existencia de estas prestaciones es la variabilidad y la periodicidad de las campañas agrícolas. De este modo, estas ayudas sirven para que los trabajadores del campo tengan algún ingreso en las épocas en las que no hay actividad en las explotaciones, al mismo tiempo que el Gobierno se reserva la facultad de relajar las condiciones para su obtención ante la posibilidad de que las cosechas sean inferiores a lo normal, algo que ha ocurrido este año.

Hay dos vías para tener acceso a este apoyo económico, que está reservado para las comunidades autónomas de Andalucía y de Extremadura. Por un lado, está pensado para los eventuales del Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Ajena Agrarios de la Seguridad Social. Es el subsidio agrario en sí. La otra modalidad es la renta agraria, reservado en este caso para los empleados agrícolas de más de 52 años. El principal requisito para poder recibir estas ayudas es el cumplimiento de 35 peonadas en los 12 meses anteriores a la situación de desempleo. Este número fue reducido la semana pasada por el Gobierno central a 10 debido a las bajas cosechas que se están registrando este año en distintos cultivos, como es el caso del olivar y de los cítricos, entre otros.

Al hacer un análisis retrospectivo de este aspecto, se observa que el número de perceptores de estas ayudas ha ido descendiendo con el tiempo. Concretamente, en febrero de este año (últimos datos disponibles del Ministerio de Trabajo y Economía Social) la cifra de beneficiarios cordobeses del subsidio o de la renta agraria se situaba en los 22.703. Son 4.913 menos que una década antes, lo que en términos relativos supone un descenso del 17,8 por ciento.

Esta tendencia a la baja es más acuciante en el caso del subsidio agrario, capítulo en el que se cuenta con estadísticas más actualizadas. A finales de abril eran 12.577 los cordobeses que trabajaban en el sector primario y que tenían derecho a esta prestación. En las mismas fechas de 2014 la cuantía ascendía a 19.257, es decir, 6.680 más que en a día de hoy. Esto representa una disminución del 34,6 por ciento. Destaca el hecho de que tres de cuatro perceptores de estas ayudas son mujeres y que apenas un 1,6 por ciento son extranjeros.

Comparativa andaluza

Córdoba es la segunda provincia con el mayor número de beneficiarios del subsidio agrario, únicamente superada por Sevilla, donde se contabilizan 18.262. El gasto público que conllevan estas prestaciones en Córdoba alcanzaron los 7,31 millones de euros el mes pasado, mientras que en Andalucía y en Extremadura la cifra total ronda los 45 millones. Al vincular este dato con el número de perceptores se conseguir conocer la cuantía medía, que en el caso de Córdoba se situó en los 581,21 euros, apenas un euro menos que la media nacional.

El presidente provincial de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, indicó que el motivo principal de que haya menos personas que cobran las ayudas agrarias es consecuencia directa de la caída de la disponibilidad de mano de obra en el campo. «Muchas personas que trabajaban hace algunos años en el sector primario se han desplazado a otros sectores productivos, lo que provoca que ahora estemos viviendo un momento de escasez de gente para las labores agrarias, algo que se ha puesto de manifiesto en las últimas campañas del olivar, de los cereales y de los ajos», destacó el dirigente.

Según afirmó, «nos encontramos con verdaderos problemas para encontrar personas dispuestas a trabajar en la agricultura, algo que será aún más evidente en las próximas campañas de cultivos permanentes con mejores cosechas previstas que el año pasado gracias a las lluvias de primavera». Precisamente, la patronal ya ha solicitado formalmente a la Subdelegación del Gobierno la convocatoria de la Comisión de Flujos Migratorios para la adopción de medidas extraordinarias ante esta falta de mano de obra. El Ejecutivo de Pedro Sánchez parece haber recogido el guante a esta petición, aunque todavía no se ha anunciado una fecha para que se celebre esta reunión.

En una misma línea, la secretaria provincial de COAG, Carmen Quintero, apuntó que «llevamos varios años de sequía y, en consecuencia, de merma de las cosechas de los llamados cultivos sociales, entre los que se encuentran las hortalizas y el olivar tradicional, lo que provoca que muchas personas opten por otras actividades productivas ante la falta de trabajo en el campo». Del mismo modo, la dirigente agraria indicó que, en el caso del sector oleícola, «cada vez se impone más el superintensivo, con una mayor mecanización y una menor demanda de mano de obra».

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