tribunales
La Audiencia de Córdoba condena a siete años de cárcel a siete acusados de estafa con datáfonos
La Fiscalía ha modificado su calificación dejando fuera a uno de los acusados ya juzgado en Jaén por estos hechos y apreciando dilaciones indebidas y reparación del daño a otros
La estafa de los datáfonos: ocho acusados en Córdoba por falsificar tarjetas y usarlas en sus terminales
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado en una sentencia de conformidad dictada 'in voce' este jueves a siete de los ocho acusados que se sentaban en el banquillo por un delito de estafa por valor de unos 100.000 euros a través de la falsificación de tarjetas de crédito que usaban en terminales de puntos de venta (TPV) que ellos mismos adquirían para perpetrar el fraude.
El tribunal ha retirado la acusación contra uno de los acusados que ya había sido juzgado con sentencia firme por estos mismos hechos en un Juzgado de lo Penal de Jaén mientras que para el resto han alcanzado un acuerdo entre la Fiscalía, la acusación particular ejercida por BBVA y las defensas por la que los encartados han aceptado penas que van entre los 11 meses de prisión para uno de ellos y un año de cárcel para los otros seis acusados con seis meses de multa y el pago solidario de la responsabilidad civil que asciende a 53.939 euros.
La Fiscalía ha recogido en su escrito las atenuantes por dilaciones indebidas en todos los caso, retirando la pertenencia a grupo criminal y admitiendo la atenuante de reparación del daño para otro de ellos que había devuelto a la entidad financiera 23.134 euros.
Según han informado fuentes de la Fiscalía a ABC, estos ocho individuos venían acusados de delitos de estafa y falsificación en documento mercantil por lo que se enfrentaban a penas de hasta cinco años de cárcel para cada uno así como multas y el pago de la responsabilidad civil.
Ventas falsas
El 'modus operandi' de esta banda organizada que actuaba en la provincia de Córdoba consistía, según la calificación provisional del Ministerio Público, en falsificar tarjetas de crédito con las que operaban cobrando desde esos terminales (como si ellos hicieran ventas) que adquirían comprándolos facturando diversas cantidades, entre los 44.000 euros y los 7.000 entre numerosas transacciones bancarias.
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