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Apuñalamiento Córdoba: «¡Os abro, pero no disparéis!», las últimas palabras a la Policía del hombre muerto en El Brillante

Los inquilinos de la urbanización en la zona residencial cordobesa denuncian que había trasiego, gritos, música alta y desorden en la vivienda de alquiler donde apareció el cadáver

Un hombre se mata con el cuchillo con el que agredió antes a su pareja en El Brillante de Córdoba

Fachada de la casa donde se halló el cuerpo sin vida del presunto autor de un delito de maltrato rafael carmona
Pilar García-Baquero

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Los vecinos de la calle Cardenal Portocarrero de Córdoba, a espaldas de la avenida del Brillante, escucharon al presunto autor del apuñalamiento a una mujer antes de acabara con su propia vida, según las fuentes policiales: «Os abro, pero no me disparéis», han relatado a ABC. Eso ocurrió cuando los agentes acudieron a detenerlo a su casa.

Apenas unos guantes negros de látex usados en la acera y la puerta de la entrada con una apertura forzada por agentes son los únicos restos que quedan a simple vista en la casa 5 la calle Cardenal Portocarrero donde fue hallado el cuerpo sin vida de este hombre de origen sudamericano después de que asestara algunos cortes con un arma blanca a la que dice ser su pareja.

La mujer presentaba algunos cortes en su mano así como en el abdomen y en una pierna pero de escasa entidad, según otro de los testigos consultados por ABC, y fue auxiliada en la terraza de un restaurante de la zona donde le taparon las heridas con uno de los manteles del restaurante. «En todo momento la mujer herida con acento sudamericano estuvo acompañada por otras dos mujeres más que venían con ella», han señalado estas mismas fuentes.

Fue el conductor de una ambulancia que ese momento bajaba del Hospital Los Morales el que al ver el furgón policial se paró a esa altura de este conocido establecimiento para prestar auxilio hasta que minutos después fue trasladada a un centro hospitalario por el equipo del 061 pese a que las heridas no revestían gravedad.

Pero en este caso aún no hay nada claro, todo es confuso, señalan fuentes judiciales a ABC. Ante esta incertidumbre y a la espera de los primeros resultados de la autopsia, el Juzgado de Instrucción 7 de Córdoba ha ordenado secreto de sumario.

Tampoco los vecinos de esta pequeña urbanización de siete viviendas unifamiliares saben qué ha ocurrido ni cuántas personas vivían en esa casa de alquiler. «Sólo sabemos que llegaron en diciembre, [la casa estaba alquilada por un tercero que no vivía allí y que presentó una nómina] y todos eran extranjeros. Siempre hay un trasiego de gente, puede que de Colombia por el acento; el fallecido nos decía 'buenos días, mi hijita' y tenían tres pitbulls«, relata una de estas vecinas a ABC.

Precisamente fueron estos tres perros los que impidieron actuar con mayor celeridad a la Policía Nacional que pese a saber -según han contado los vecinos- que estaría aún con vida, tuvieron que esperar a los efectivos del Servicio de Bienestar Animal de Sadeco para poder acceder al interior de la vivienda a los agentes. «Igual si hubieran entrado antes el vecino estaría con vida y no se hubiera desangrado porque tardaron mucho en llevarse a los perros», aseguran estos residentes de la urbanización.

Las primeras informaciones señalan que este hombre que ocupaba o al que tenían subarrendada la vivienda desde el pasado mes de diciembre llegó para romper la tranquilidad de esta pequeña urbanización. «Se escuchaban peleas, había un bebé de un año o dos que no sabemos si por la música alta de madrugada, o por qué no paraba de llorar, también vivían varias mujeres; todo estaba muy descuidado y el trasiego de gente entrando y saliendo era constante», señalan estas mismas fuentes.

Según ha podido saber ABC, en el registro llevado acabo ayer por la Autoridad Judicial tras el levantamiento del cadáver la casa presentaba un aspecto de 'chabola' en su interior, con mucha suciedad y todo muy descuidado, nada que ver con la del resto de vecinos de la zona. «No sabemos cuántos vivían ahí, ni la relación de las mujeres si eran familia o no... no teníamos relación con ellos excepto para pedirles que tuvieran cuidado con los pitbulls que podían atacar a nuestros perros pequeños o a nuestros hijos«, comenta otra de estas vecinas de la urbanización.

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