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Religión

Antonio Prieto ya es obispo de Alcalá: «Ojalá no sea un estorbo y podáis descubrir al Señor en mis palabras y mis acciones»

El anterior vicario general de Córdoba toma posesión en la Catedral Magistral de los Santos Justo y Pastor

Antonio Prieto: «Jesucristo tiene que ser mejor presentado para ser mejor acogido»

Antonio Prieto, con los atributos de obispo, tras su ordenación en Alcalá de Henares ABC
Luis Miranda

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«Que sea humilde y sencillo, acogedor para todos», le dijo el nuncio del Papa en España, Bernardito Auza. «Tu estilo será siempre el estilo de Dios, el que se nos ha revelado en Jesucristo», afirmó el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Eran las palabras que explicaban a los fieles y al propio Antonio Prieto Lucena cuál sería su misión como obispo de Alcalá de Henares.

A las 12.16 horas de este sábado, tras recibir la unción, el anillo y la mitra, el anterior vicario general de la diócesis de Córdoba ha sido consagrado como obispo y ha tomado posesión del Obispado complutense, en una celebración en la Catedral Magistral de los Santos Justos y Pastor.

En sus primeras palabras para su diócesis, Antonio Prieto se ha presentado como «pobre y débil, pero con profundo agradecimiento al Señor, que se sirve de lo débil del mundo». Es consciente de que al recibirlo con cariño no lo buscan a él, sino «a Jesucristo, al Salvador del mundo».

«Ojalá que nunca sea un estorbo para vuestro encuentro, sino que podáis descubrir al Señor en mis palabras y en mis acciones», ha proclamado el nuevo pastor de Alcalá de Henares sobre la que tiene que ser su tarea pastoral: «Pronto conoceréis mis errores y tendréis que enseñarme a ser obispo».

Fe y cultura

Ha proclamado el «orgullo» por llegar a la ciudad de Cervantes, «que el Cardenal Cisneros convirtió en la 'Civitas Dei' a través de la Universidad». «La fe se ha hecho cultura y cultura camino privilegiado de acceso a la fe», ha resumido.

Su trabajo será, como ha mandado el Papa Francisco, «poner a la Iglesia en estado de misión» saliendo al encuentro de los hermanos, sobre todo de los más pobres. Poniendo a Cristo «en el centro de la vida y tarea» ha invitado a recordar que la clave es «la conversión y la santidad personal». «Prometo gastarme y desgastarme en esta tarea», ha proclamado en sus primeras palabras como obispo Antonio Prieto.

Un momento de la ceremonia de ordenación ABC

La celebración había comenzado a las once de la mañana, presidida por el Nuncio, el cardenal de Madrid, y el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y con la asistencia de muchos otros arzobispos y obispos españoles y de muchos sacerdotes de las diócesis complutense y cordobesa.

Al inicio de la celebración, el nuncio ha recordado que el lema del nuevo obispo es 'Ut vitam habeam', es decir, «para que tengan vida», una frase del pasaje del Evangelio de San Juan en que se habla del Buen Pastor, y que también se ha leído en la misa.

La homilía ha estado a cargo del cardenal Osoro, quien ha hablado del comienzo de la institución del episcopado, que encarna la transmisión del ministerio apostólico, que debe tener «un sentido espiritual». «Ved, contemplad cómo mediante la sucesión apostólica es Cristo quien llega a nosotros, pues en la palabra de apóstoles y sucesores es quien nos habla, quien actúa en los sacramentos. Su mirada es la que nos envuelve y nos hace sentirnos amados y acogidos», ha afirmado.

Su reto es el de «evitar que el ser humano se empobrezca, hacer que el hombre no pierda su esencia, que no se pierda en callejones y encuentre a Dios». Ser obispo y sacerdote significa «asumir la posición y la mirada de Cristo», y eso se hace «con el estilo de Dios, que implica cercanía».

«Comparte la vida con la gente con tres actitudes: cercanía, misericordia y ternura. Siéntete amado por Dios, viviendo en profundidad que amamos siempre en nombre de Dios», ha dicho Carlos Osoro poco antes de que comenzase la ceremonia para ordenar obispo a Antonio Prieto.

Al término de la celebración, y antes de sus palabras finales, ha recorrido el templo mayor de una diócesis con mucha historia antigua, aunque de joven trayectoria reciente. Prieto toma el testigo de Manuel Ureña, Jesús Catalá y Juan Antonio Reig Pla, que han sido pastores desde 1991, y es el primer obispo en ordenarse allí desde el año 850.

Entre otras autoridades han estado presentes el alcalde de Córdoba, José María Bellido; el de La Rambla, Jorge Jiménez, y representantes de la Universidad de Alcalá de Henares.

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