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Cronología

Álvaro Prieto: 72 horas en el tren de una angustiosa desaparición

Mientras toda España tiene entre sus ojos a este joven cordobés de 18 años desaparecido en Sevilla el 12 de octubre, la inquietud al paso de las horas crece, como las incógnitas sobre lo que pasó y su destino que la Policía intenta responder

Álvaro Prieto, última hora en directo: localizan al joven cordobés entre dos vagones de tren

Hallan entre dos vagones de tren el cuerpo de Álvaro Prieto, el joven cordobés desaparecido en Sevilla

Álvaro Prieto sonríe en una foto tomada en un jardín ABC
Francisco Poyato

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«O se lo ha llevado un coche y le han hecho de todo, o caminando por ahí le atropella un coche. Eso es así de sencillo. No pasó más de eso. Que la línea la tracen por ahí, por favor». Quien así se manifiesta a sus más allegados es Julia, la madre de Álvaro Prieto, el joven cordobés de 18 años que cumple este domingo 72 horas desaparecido desde que se le vio por última vez en la estación de Santa Justa de Sevilla a eso de las 9.30 horas del pasado Día de la Hispanidad.

Perdió un tren a Córdoba tras una noche con amigos y en una fiesta en la discoteca Theatre de Sevilla Este. No llegó a tiempo para coger el Avant de las 7.35 del que tenía billete de vuelta a su ciudad. De la sala de fiestas sale sobre las 7.20, con apenas batería en el móvil. Le apremia su amigo Álvaro, con quien comparte un último selfie en el baño. Desde ese punto a Santa Justa hay 3,5 kilómetros (7 minutos en coche o 44 andando). A las 7.22, el chico manda el último whatsapp a sus padres: «Voy para la parada».

Pero no llega a tiempo. Su cabeza empieza a cabilar y ve estacionado un AVE en el andén. Se salta un control de seguridad para coger el AVE Sevilla-Barcelona de las 8.55 horas, pero los vigilantes del recinto abortan el desesperado intento de esta joven promesa del Córdoba CF que cruza las vías y se cuela en los vagones casi como corre la banda. «Entonces le dice a la azafata lo que le pasa, pero pasan de él. Y ahí es cuando empiezan todos los mecanismos de su cabeza a activarse y a pensar: me tengo que ir a Córdoba», continúa el particular relato de su madre a sus más íntimos, y que ha podido corroborar este periódico.

Tres intentos de acceder a las vías

Sale por la puerta este de Santa Justa, junto a la kilométrica avenida Kansas City, la vía de entrada en coche desde la A-4 y Córdoba. Lo graba una cámara de seguridad fija en la pared. ¿Lo echan del recinto o se marcha? Gana enteros la primera opción, aunque trasciende que el desalojo e identificación se produce sin altercados, de buenas formas. Este periódico ha intentado que ADIF dé una explicación de lo sucedido, pero ha declinado responder. Pero Álvaro abandona la estación. ¿Por qué nadie le prestó ayuda si explicó lo que le ocurría...? Sin móvil, sin medios de pago, sin billete...

Andenes de la estación de Santa Justa de Sevilla J. J. Úbeda

Si sus compañeros del juvenil A dicen que es «incansable y explosivo» en el campo, «un portento físico», Álvaro, de origen ruso y adoptado por Rafael y Julia desde muy pequeñito, persiste en su intento de acceder a un tren. Personal de Renfe y de otras empresas auxiliares que trabajan en el nodo ferroviario hispalense explican a ABC que hasta por dos veces intentó hacerlo en el exterior, tras su salida del recinto ferroviario.

Incluso por unos túneles de acceso cercanos a un edificio de Realia, en las inmediaciones del paso elevado conocido como del indio (por la estatuta pequeña, a pie de calzada, de un indio explorador sobre un caballo), con vallas de separación hacia los circuitos de vías. «Me echan, me echan encima así, me toman el nombre y tal, fuera, tiene que ser fuera de Santa Justa. Pues a partir de aquí tengo que buscarme la manera de irme para Córdoba», ha reflexionado su progenitora en estas horas.

«O se lo ha llevado un coche y le han hecho de todo o caminando por ahí le atropella un coche. Eso es así de sencillo. No pasó más de eso. Que la línea la tracen por ahí, por favor»

Las vías del tren van en paralelo a la avenida Kansas City. Es por la mañana temprano de un soleado 12 de octubre. Se trata de una arteria de mucho tráfico a diario. Tal vez con menos intensidad ese día. Una mujer de mediana edad se fija en un chico de 1,80 de estatura, de complexión fuerte, con pantalón beige y camisa verde, rubio, caminando solo en dirección al tramo de Las Huertas, cerca del Palacio de los Deportes de San Pablo. Pasadas las horas, cuando la alerta de su desaparición se extienda como la pólvora, la mujer llama al teléfono de la familia y ratifica que ella vio a Álvaro sobre las 10.30 horas en ese punto.

Casi a la par, la hermana de Álvaro Prieto empieza a contactar a los amigos con los que el chico había quedado en Sevilla para que lo despierten. Pero nadie sabe dónde está. Cunde la alarma. Los padres viajan desde Córdoba y empiezan a rastrear. Acuden a Santa Justa, hablan con la seguridad del recinto y comienzan a reconstruir un puzzle amargo. Van a la comisaría y ponen la pertinente denuncia y los propios agentes le aconsejan que retornen a casa y que de persistir la ausencia se activará el protocolo correspondiente. La Policía recibe cada día alertas de desaparecidos que en horas se desactivan. Es mayor de edad y cabe la vía de un salida voluntaria.

Álvaro Prieto López, acumula coincidencias, se hable con quien se hable, sobre su talante. Afable, disciplinado, deportista, responsable, activo... Nunca ha hecho nada por el estilo. Prueba de que no se trata de una aventura es su mensaje de las 7.22 para anunciar que vuelve. La moda entre muchos jóvenes cordobeses de su edad es pasar una noche de fiesta en Sevilla cruzando dos trenes a precio de saldo por las bonificaciones en vigor. Y ése era el plan. No otro.

El último selfie de Álvaro con su amigo en la discoteca Theatre de Sevilla Este ABC

Pero las horas pasan y las noticias no llegan. El móvil sigue apagado. No hay señales. No hay llamadas. Prolifera el nerviosismo. Los teléfonos de toda Córdoba se llenan de la alerta que despierta a última hora de la noche del jueves el propio Córdoba CF. Las redes sociales, los medios, el boca a boca (o el whatsapp a whatsapp) echan chispas. Y la mañana del viernes, la foto de Álvaro está ya en todas las televisiones y es tendencia.

Los investigadores activan el 'protocolo de desapariciones inquietantes'. Las que no encierran lógica alguna. Las que arrastran riesgo, situaciones violentas, las de menores... La Policía empieza a recopilar imágenes de cámaras de Santa Justa y Kansas City. De comercios de la zona. Lista redes telefónicas para ubicar el teléfono apagado. El objetivo es dibujar la ruta seguida por Álvaro en un espacio acotado en principio a esa parte de la capital hispalense.

Una búsqueda y colaboración con 'lógica'

Hay una directriz clara de los agentes a los padres: déjennos trabajar. Nada de búsquedas alocadas, sin sentido. Y Rafael y Julia obedecen y piden a su club, compañeros, amigos, familiares y voluntarios que esperen; que no digan nada y que dejen operar a la Policía. Pero las horas siguen pasando, y el 'tren' de Álvaro no encuentra rumbo fijo en la mente de todos. El caso se viraliza, el entorno se extraña de cómo no se puede ir a buscar o empapelar de carteles Sevilla. Las alertas se repiten hasta la saciedad y la imagen se cuela en toda España.

El sábado sortea al viernes. Llega la primera batida fuerte. Efectivos de la Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil o Guardia Civil de Tráfico peinan Santa Justa, Kansas City y sus alrededores y algunas salidas de carretera. Voluntarios de SOS Desaparecidos Andalucía colaboran en el proceso, como sucede en otras ausencias.

«Unas instalaciones y una avenida que ya están visualizadas y revisadas, bien con vehículos, andando e incluso con cámaras de control existentes en diferentes instalaciones, con un resultado que los investigadores están haciendo el uso que corresponde», indican desde esta oenegé para personas desaparecidas.

«Es de entender que una búsqueda urbana sin indicaciones profesionales, poco sentido tiene, ya que desde la Policía no prohíben, pero si aconsejan que se realice, en caso de hacerla, con todas las garantías»

«Es de entender que una búsqueda urbana sin indicaciones profesionales, poco sentido tiene, ya que desde la Policía no prohíben, pero sí aconsejan que se realice, en caso de hacerla, con todas las garantías de que la misma va a dar resultados positivos», apostillan para aplacar unas dudas que ganan terreno entre todo aquel que pone sus ojos en este caso. «La Policía está haciendo una labor intachable», concluye un portavoz de SOS Desaparecidos Andalucía.

Salida este de Santa Justa hacia Kansas City ABC

Pero el sábado acaba sin resultado alguno. El pesimismo empieza a ganar enteros. Como las llamadas que se multiplican desde toda España y que dicen haberlo visto aquí, allá, en un tren, en una estación de autobuses del Aljarafe, en Huelva... Y, mientras, desde Córdoba, los amigos y familiares de Álvaro optan por encerrarse en la oración y llenan la iglesia del colegio de las Esclavas a media tarde, en la que tantas veces rezó este joven, que fue alumno de la casa. La familia de Álvaro es de hondas creencias católicas.

Y lejos de allí, en el estadio del Arcángel, donde este chico tantas veces ha soñado debutar con el primer equipo, futbolistas del Córdoba y el Mérida y miles de aficionados rompen a aplaudir cuando ven su imagen en los videomarcadores y en la pancarta que sujetan en el centro del campo las dos plantillas. «Álvaro, vuelve pronto», es su lema. Hoy domingo ha vuelto a amanecer, y el reloj de arena sigue mitigándose, mientras el 'tren' de Álvaro sigue sin rumbo fijo.

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