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ADICCIONES

El alcoholismo con crisis mentales alcanza ya el 80% de los casos de Córdoba

El perfil del adicto se difumina ya que la dependencia azota por igual a personas de toda condición y es mayoritaria la combinación con la cocaína

Proyecto Hombre estrena sede para atender a 180 personas con adicciones o sin hogar al día

Un beneficiario del Hogar Renacer, en la sede de la Fundación VALERIO MERINO
Rafael Aguilar

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El alcoholismo se transforma. Esta adicción, quizás la más normalizada por la sociedad, experimenta cambios que son evidentes para las entidades de Córdoba que se ocupan de rehabilitar a quienes han caído en ella.

Con motivo del Día Mundial contra el alcohol, que se celebró este martes, ABC ha consultado a dos de las principales organizaciones que operan en la ciudad —Fundación Hogar Renacer y la Asociación Cordobesa de Alcohólicos Liberados— y la conclusión es que la mezcla de los trastornos mentales y el abuso de la bebida está en la raíz de la mayor parte de los casos que se diagostican en la actualidad, que el mal no conoce un perfil claramente definido porque afecta a ciudadanos de toda condición social y económica, y que además son una minoría las personas que llegan a las consultas de los especialistas porque solo consumen alcohol ya que se ha generalizado su combinación con el hachís y, sobre todo, con la cocaína.

Carolina Castellano es la gerente de la Fundación Renacer, situada en la calle Juan Felipe Vilela de los Olivos Borrachos, y señala que «el ochenta por ciento de los pacientes que tratamos tienen una adicción dual, porque el alcohol es la causa o la consecuencia de patologías psiquiátricas asociales, que pueden ser más o menos graves».

«El alcohol es la causa o la consecuencia de patologías psiquiátricas asociales»

Carolina Castellano

Fundación Renacer

Esta entidad concertada con la Junta de Andalucía, que lleva funcionando en Córdoba más de cuarenta años y que está renovando el módulo de su hogar dedicado a beneficiarios en riesgo de exclusión social o directamente ya en ella, se encuentra aún recuperando el ritmo habitual de actividad tras el parón de la pandemia del coronavirus, cuando su promedio de pacientes que acudían a una revisión mensual era de casi 400 casos.

Una empleada de la Fundación Renacer, en el botiquín VALERIO MERINO

El programa de la Fundación Renacer se basa en tres recursos. El primero es el centro de desintoxicación residencial, que cuenta con veinticinco camas y «del que puede beneficiarse cualquier persona que lo necesite», subraya Carolina Castellano.

«Ahí tenemos personal sanitario durante las veinticuatro horas del día y de la noche, y la estancia media suele ser de un mes», informa. El segundo es el centro tratamiento ambulatorio, que tiene programas para las personas con adicciones y sus familiares, y el tercero es el citado hogar para aquellos que tengan una situación sociolaboral más complicada.

Un círculo vicioso

«Como consecuencia de la dependencia se establece una situación de círculo vicioso que cronifica el proceso y produce consecuencias a todos los niveles: el malestar físico y psicológico que padece el alcohólico mantiene a éste en una situación de equilibrio inestable con el ambiente en que vive: a medida que la dependencia se instaura, la obtención y consumo de alcohol se va erigiendo como el eje fundamental de su existencia desplazando y anulando otras áreas vitales que hasta entonces eran importantes para el enfermo, como la laboral y la familiar», señala en este punto la Fundación Renacer de Córdoba.

«Este problema puede afectar a todo el mundo: no se puede hablar de un perfil de alcoholismo tipo», apostilla Castellano. De la misma opinión es José Antonio Fernández, el director técnico de Acali. «Esto está en la calle Cruz Conde, en el Bulevar o en la calle Sierpes de Sevilla: en todos lados», declara.

«Tenemos un 35% más de consultas por la irrupción de la cocaína y el sobredimensionamiento tras la pandemia»

José Antonio Fernández

Director técnico de Acali

La Asociación Cordobesa de Alcohólicos Liberados ha incrementado en un 35 por ciento sus registros de pacientes si se compara el año 2019 y el de 2022, en el que ya maneja proyecciones de actividad a cierre del ejercicio. Así, la entidad anota en torno a 320 actos terapéuticos cada mes. ¿A qué se debe este aumento?

«A la irrupción de la cocaína, ya plenamente asociada al consumo de alcohol, y a la fuerza con la que hemos salido de la pandemia, porque ahora está todo sobredimensionado», estima José Antonio Fernández. «El alcohólico puro, el que solo consume alcohol, casi no existe ya, porque no llega al cuatro o cinco por ciento de los casos: la gran mayoría de ellos mezcla el alcohol con el hachís y sobre todo con la cocaína, para la que la bebida es la puerta de entrada», resume el director técnico de Acali.

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