La estatua del párroco de la Trinidad, atacada por tercera vez

Ya dice el refrán que cuando un tonto coge un carril, o se acaba el tonto o se acaba el carril. Y eso parece ser lo que está ocurriendo con el busto erigido al antiguo párroco de la Trinidad Antonio Gómez, conocido en Córdoba por la amplia labor social y educativa que desarrolló en vida.

Hace apenas un mes, la figura apareció pintada. Era la segunda vez. Una cruz invertida, pintura roja, daños gratuitos en una figura que es obra del escultor José Manuel Belmonte y que fue sufragada por suscripción popular. Esta mañana ha ocurrido lo mismo en la figura, que se encuentra en el cruce entre la Trinidad y el paseo de la Victoria.

Las imágenes vuelven a mostrar los mismos daños que los operarios de Sadeco tuvieron que borrar hace apenas unas semanas. En abril, los trabajadores de la empresa pública retiraron por primera vez los efectos de un ataque similar a la obra.