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Sociedad

Miles de cordobeses arropan el acto de la jura de bandera por civiles

Se celebró en el bulevar Gran Capitán y fueron más de mil los jurandos entre los 18 y los 97 años, de los 411 eran mujeres

Miles de cordobeses arropan el acto de la jura de bandera por civiles Valerio Merino

J. M. C.

Unos 5.000 cordobeses arroparon ayer, en el bulevar Gran Capitán, a los 1.015 civiles (411 de ellos, mujeres) que juraron o prometieron la bandera, en un acto enmarcado en el 350 aniversario de la creación del Regimiento «La Reina» número 2. En un principio, estaba previsto que fueran 800 los jurandos, pero finalmente llegó una nueva remesa de solicitudes que se habían enviado por correo y que estaban dentro del plazo .

Entre ellos estuvieron siete agentes de la Policía Nacional, un fraile capuchino, el novillero retirado Francisco Izquierdo « Chamanieto », que llevó en brazos a su hija pequeña, o una nutrida representación de ciudadanos lucentinos , entre los que se encontraban el colaborador de ABC Córdoba Mario Flores y su esposa.

Con edades comprendidas entre los 18 y los 97 años -una mujer que acudió a la jura en silla de ruedas-, el acto se celebró con puntualidad militar de inicio a fin, magistralmente acompañado por la Banda de Guerra de la Brimz X.

Sentimiento muy personal

«Es algo que siento por España y por esa razón he venido a jurar», explicó a este periódico José Antonio Aguilar . «Lo hago para servir mejor a mi país», remató, por su parte, Jorge Manjón-Cabeza López , compañero del anterior y ambos lucentinos.

Y no es para menos, porque la jura o promesa por parte de civiles es un derecho reconocido en el artículo 30 de la Constitución e implica «un compromiso libre de defender a España ante la bandera que simboliza a los españoles de todos los tiempos». Fueron palabras del coronel jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada «La Reina» número 2, Aroldo Lázaro Sáenz .

Como novedad este año, además de traer hasta el centro de la capital el acto tradicionalmente celebrado en la base de Cerro Muriano, «para hacerlo más cercano a la ciudadanía », dos profesionales de la base portaron la corona para posarla en el monolito en honor a los caídos ataviados con el uniforme del Ejército español durante la Guerra de la Independencia .

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