Los vecinos desalojados por un incendio el sábado aún no pueden volver a sus casas

En la calle Huerta del Recuero , cercana a la Avenida Arroyo del Moro, aún no ha desaparecido el olor a quemado . Durante la madrugada del pasado sábado se originó un incendio en la tienda de congelados de la cadena Copos , instalada en los bajos del edificio número 7, y desde entonces los vecinos del bloque de viviendas afectado por el fuego viven en una reunión de la comunidad constante.

Durante la mañana de ayer entraban y salían del edificio, se reunían en la puerta, hablaban por teléfono, todo ello ataviados con un complemento del que ahora no pueden desprenderse: sus mascarillas . La toxicidad del ambiente hace insoportable respirar en las cercanías de la zona, y por este motivo ni siquiera los habitantes de los pisos menos afectados por las llamas pueden seguir durmiendo en sus casas. «A algunos nos han tenido que atender en urgencias por molestias en la garganta», explica uno de los vecinos, cuya madre también tuvo que recibir atención médica por un ataque de ansiedad.

Ahora toca revolver en los cajones, sacar de casa los documentos y efectos personales imprescindibles y esperar a que pase la tormenta. «Por el momento no volvemos» , se lamentaba ayer una vecina. Sus aseguradoras les han recomendado buscar asilo en viviendas de familiares e incluso plantearse el alquiler temporal de un inmueble mientras todo se soluciona. Los más optimistas piensan que podrán recuperar sus domicilios en un par de días, pero los habitantes de las plantas más afectadas -la segunda y la tercera- tendrán que entrenar la paciencia. Primero hay que realizar una limpieza superficial de las zonas que sufrieron los efectos del fuego y ahora se encuentran cubiertas por el hollín, de cara a facilitar al perito el diagnóstico de los desperfectos.

Así, la normalidad tardará en llegar aún varios días para los habitantes y se prevé que bastante más para los propietarios de la tienda accidentada, que se encuentra totalmente calcinada. Los peritos acudieron ayer al local para realizar una primera valoración de los daños. A falta de un informe que detalle las causas que motivaron el suceso, todo apunta a un fallo en el sistema eléctrico por su sobrecarga . Los vecinos consultados por ABC afirman que desde hace tiempo venían advirtiendo de que podría suceder una desgracia, ya que la maquinaria de la tienda producía un calor excesivo en las primeras plantas del bloque e incluso hacía vibrar el suelo.

Por este motivo se interpusieron denuncias contra los propietarios del local, con las que no se consiguió cambiar nada. El encargado de la tienda, Juan Muñoz, aseguró ayer que ésta «pasa sus inspecciones» y tiene todas las licencias en regla , por lo que se limitó a defender la hipótesis de un desafortunado accidente. Asimismo, con cierta angustia, agradeció la «paciencia» de los vecinos, que están sufriendo en sus carnes los daños colaterales del mismo.