EL PROBLEMA

«¿Bruselas? Aquí Córdoba. Tenemos un problema». «Tienen que llamar a Houston para eso, ¿es que no tienen cines en Cordoba?». «Cada vez menos. Por culpa de la derecha, han privatizado casi todas las salas y ya solo nos quedan los de verano como resistencia popular y una sábana en el patio del Rey Heredia, que vamos a cambiar por un panel de PVC para proyectar cine social». «Al grano, Córdoba que no tengo toda la mañana. Soy una ciudad con muchos europarlamentarios que atender. A ellos y a sus sobrinas». «Verá usted, es que el Urban Sur naufraga». «¿Otra vez con el cine? Vigile los icebergs y a los concejales de urbanismo, buena mujer». «No ha sido un choque sino un desbarajuste, más bien». «No entiendo esa palabra. ¿No hay nadie ahí que hable idiomas?». «Tenemos al primer teniente de alcalde, que habla venezolano, pero no sé si le sirve. Y la alcaldesa, que habla en risueño». «No se preocupe, haré un esfuerzo por entederla con nuestra legión de traductores simultáneos. ¿Qué problema tienen con el Urban?». «Que no nos da tiempo, mayormente. Y tememos que el dinero vuelva a manos de las sobrinas de los europarlamentarios. Y a alguna prima segunda». «Espere que revise mis archivos que en efecto, me dicen que soltamos la pastora en 2008. ¿Qué han estado haciendo desde entonces?». «Pues, groso modo, hemos tenido un gobierno de progreso, hemos proyectado un palacio de congresos, unas elecciones municipales en las que se presentó Sandokán, que nos quitó muchos votos, un mandato del PP, que nos paralizó el palacio de congresos, un flamenquín para el Guinnes, una capitalidad gastronómica iberoamericana de Comansi y varios peroles con las peñas. Hemos estado ocupados, la verdad, y entre que se nos ha ido el santo al cielo, hemos recuperado el gobierno de progreso con la fuerza de los votos de la gente del pueblo y hemos estado habilitando despachos para los asesores, nos hemos dado cuenta que o hacemos una peregrinación laica a Cuba en busca de un milagro, o el Urban Sur se convierte en maqueta de sal».

«Todo eso que me cuenta está muy bien, pero como usted comprenderá, tenemos unos plazos que cumplir y unos objetivos y fines pactados. Europa es una cosa muy seria, señora mía. Sobre todo cuando hablamos en francés». «Sólo pedimos una medida de gracia». «Nosotros no le vamos a mandar a Chiquito de la Calzada, porque ya parece que lo tienen ustedes ahí de teniente de alcalde». «Nos referimos a otro tipo de gracia, señora Bruselas, que es usted muy graciosa». «Para los problemas tiene usted que llamar a Houston, ya se lo he dicho antes. Allí está la NASA, que seguro dispone de alguna lanzadera para meterlos a todos ustedes y mandarlos a la Gorgoja». «En la Gorgoja ya poseemos destacamento y niños que juegan al futbito en las pistas del aeropuerto». «Pues poco podemos hacer nosotros, querida. Como mucho financiarle una estatua de Claudio Marcelo». «Ya tenemos una que se parece a Charlton Heston». «Llámeme mañana, a ver qué podemos hacer, que tenemos aquí a Pablo Iglesias dando una tertulia». «OK. Cambio y corto, Houston».