Josefina Molina y Santa Teresa vuelven a brillar juntas

Toda una generación, la que tenía más de veinte años en 1984, evoca el rostro de Concha Velasco cuando piensa en Santa Teresa de Ávila. La serie que protagonizó en Televisión Española marcó una época y se sigue recordando, pero son menos los que piensan en quien escribió el guión y estuvo tras las cámaras. Fue una mujer, pues es una historia de las que han superado barreras. La cordobesa Josefina Molina, la primera directora de cine española, dirigió aquella serie y para eso tuvo que bucear en una figura que le arrebató.

Su investigación y conocimiento de la vida y fatigas de Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada, que así era su nombre antes de ser religiosa fue tan amplio que muchos de sus conocimientos quedaron fuera de la producción audiovisual. Más de treinta años después de aquella recordada serie, y cuando se cumplen cinco siglos del nacimiento de Santa, Josefina Molina saca a la luz una novela sobre la mística y escritora de Ávila.

La editorial cordobesa Almuzara es la encargada de publicar «En el umbral de la hoguera», un título que alude a la persecución constante que la protagonista sufrió de la Inquisición, y que aludía tanto al origen converso de su familia, después demostrado, como a las sospechas de que fuera una alumbrada, es decir, perteneciente a una secta que había hecho ciertos estragos en la España del siglo XV, sobre todo en Córdoba, son la madre Magdalena de la Cruz.

Josefina Molina, premiada con un goya de honor la gala de 2012 por su larga trayectoria en el mundo audiovisual, ha querido que esta novela aborde aspectos a los que la serie, «por imperativos del formato» no pudo llegar, y que a ella se le quedaron en el tintero.

Con todo lujo de detalles y un estilo que ha llamado la atención, ésta es una obra sobre la religiosa que siempre fue y la escritora que buscó a Dios, pero también de la mujer. No en vano, Josefina Molina insiste en que «su ingente legado no es patrimonio exclusivo de los católicos». Al contrario, cree que «todos los hombres y mujeres de cualquier tiempo y lugar» pueden sentirse vinculados a esta figura.