elecciones municipales
Subasta a la baja del IBI
Los partidos sin posibilidades de gobernar entran en una espiral de reducciones brutales o cambios no permitidos del tributo

Ciudadanos propone reducir el Impuesto de Bienes Inmuebles un 20 por ciento. UniĂłn Cordobesa, un 30. Ganemos, hacerlo progresivo por rentas y establecer tipos especĂficos para entidades financieras al igual que Izquierda Unida. Se trata de una foto fija del principal tributo de competencia municipal que supone el eslalon fiscal de propuestas de escasa viabilidad. Tanto, que los partidos con más posibilidadades de gobierno, PP y PSOE, pasan de puntillas sobre algo de lo que son conscientes de que no van a cumplir. Porque, igual hay que dejarlo claro, una bajada tan relevante de la factura final del IBI o una aplicaciĂłn discriminada ni siquiera es posible.
El caso merece una explicaciĂłn tĂ©cnica, legal. El Impuesto de Bienes Inmuebles tiene dos tipos de aplicaciĂłn: en urbana y en rĂşstica. Se calcula segĂşn dos variables: Un porcentaje que fija el Ayuntamiento, o tipo, sobre la valoraciĂłn catastral de los inmuebles, que como su propio nombre indica es responsabilidad del Catastro, una instituciĂłn del Gobierno central. Con la actual regulaciĂłn del IBI, los munipios pueden fijar el tipo entre un mĂnimo del 0,4 y un máximo del 1,3 por ciento. En CĂłrdoba, el coeficiente medio de urbana asciende al 0,7609 con un tributo especial para el 10 por ciento de bienes raĂces de mayor valor en funciĂłn de su categorĂa de uso que no sean viviendas. La capital no tiene una IBI comparativamente elevado aunque hay que realizar una precisiĂłn. Tradicionalmente, muchas ciudades han cobrado en este impuesto la recogida de basuras. Desde los tiempos de IU, en la capital hay dos conceptos tributarios para la contribuciĂłn y para abonar los gastos de Sadeco.
Reducir la factura del IBI es, en estos momentos, casi una quimera. En primer lugar, el Gobierno central puso el lĂmite de reducciĂłn del tipo vigente en 2011 cuando realizĂł el recargo del diez por ciento, la Ăşltima gran subida que contribuyĂł a la estabilizaciĂłn de las cuentas pĂşblicas. Efectivamente, reducir el tipo tributario un 20 o un 30 por ciento serĂa legal porque no superarĂa el mĂnimo del 0,4 pero no significarĂa la reducciĂłn del tributo en un porcentaje igual puesto que el 50 por ciento de la cantidad final depende de los valores catastrales que el Consistorio no puede realizar porque no tiene competencias.
El IBI es un impuesto peculiar. Grava el bien raĂz y solamente es progresivo por calles no por la renta de quienes tienen que pagarlo. La ciudad se subdivide en siete Ăłrdenes fiscales por los que se abona más o menos en funciĂłn de lo que el Consistorio entiende que vale un edificio. No importa que haya, en la misma calle, un vecino al que le haya tocado la loterĂa y otro que estĂ© en serios apuros. Todo el mundo pagará lo mismo por metro cuadrado.
Propuestas imposibles
Los partidos que están proponiendo que se tribute en funciĂłn de la renta, como ocurre como el IRPF, sencillamente están reclamando un imposible con el actual marco legal. TambiĂ©n, los que reclaman que las viviendas propiedad de bancos tengan un tipo diferenciado, más alto. Expertos tributarios consultados por este periĂłdico indican que eso darĂa lugar a pleitos en los que el Ayuntamiento estarĂa abocado a perder. Además, las entidades financieras ya no tienen pisos en sus balances. Los han transferido a sociedades mercantiles instrumentales. Ni siquiera a dĂa de hoy existe un desarrollo normativo que permita gravar las viviendas vacĂas ya que se trata de un concepto que no ha sido fijado en la legislaciĂłn general.
Un último elemento que está colando en los programas es el establecimiento de subvenciones o bonificaciones para ayudar a determinados colectivos. La norma que regula el IBI es taxativa en lo que se puede y no se puede aprobar. El Consistorio, explican los responsables consultadios, tiene el margen que tiene en la aplicación de este impuesto. No el que el partido de turno se imagina que puede tener.
PP y PSOE pasan de largo en sus programas en esta cuestiĂłn. En ambos casos, saben que necesitan los cerca de cerca de 80 millones anuales que suponen el primero ingreso propio que tiene el Consistorio cordobĂ©s. Reducir un 20 por ciento el tributo supondrĂa, de forma acumulada, unos 40 millones en cuatro años, dato que rechaza la candidatura de JosĂ© Luis Vilches.
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