Suscríbete
Pásate a Premium

LA CERA QUE ARDE

ES LUNES

RAFAEL GONZÁLEZ

Nadie va a salir de una urna para hacer lo que usted tiene que hacer, que es buscarse la vida lo más honradamente posible

ESCRIBO esto poco después de depositar mi voto y usted lo está leyendo con toda probabilidad después de tomarse hoy un café con Lampedusa o con la futuras consejerías de Omaíta y Banca Pública. En este momento yo tengo encuestas en la cabeza y usted tiene certezas. O no. Porque todo es bastante incierto en un escenario lleno de cansancios, decepciones y cabreos. Incluso con los resultados ya sabidos o precisamente por eso.

Mi voto no ha sido un voto útil porque así se ha definido por parte de los aspirantes: «Vóteme a mí porque soy el voto útil», una proclama que normalmente suena en boca de un inútil que no ha hecho otra cosa en su vida que reclamar votos útiles. Así que yo he decidido tirar mi voto a la urna y que salga el sol por Antequera que para eso el voto es mío hasta el momento justo de introducirlo en la ranura, que es cuando el voto se convierte en un préstamo para los que después hacen campañas avisando sobre la utilidad o no de los votos. «Cuidado que vienen los catalanes», ha sido otra modalidad de orientación electoral que ha salido de la boca de algunos que siempre han pactado con otros catalanes que no son los que presumiblemente van a venir porque esos que pueden llegar son los que les han plantado cara a los catalanes que pactaban con los que ahora nos advierten de que vienen los catalanes. No sé si me explico, pero yo me entiendo y seguro que usted también lo entiende mejor que el futuro que ahora mismo tiene delante en la otra página del periódico en forma de quesitos de colorines del trivial sobre San Telmo.

Un futuro prometedor, claro, como la campaña, donde también voló el voto sobre el nido del miedo. Y puedo entenderlo: sólo de pensar que Susana pueda salir de detrás de un interventor gritándote «yososoylapresidenta» o aparezca de repente en la cabina de papeletas y te mire fíjamente a los ojos y te diga «como no me votes te voy a llevar a un debate y te voy a dar un mascón», eso, la verdad es que acojona y perdonen que lo escriba en un claro español cervantino. Quiero decir que conozco el voto del miedo porque he visto a Susana no sólo en un debate, sino a lo largo de mi vida donde se han cruzado algunas susanas de votos tomar, y como muchos hombres buenos, nosotros votamos lo que diga nuestra señora.

La política no es una cosa de hombres, como quieren hacernos ver desde las cátedras de Observación del Género Violeta y Arcoiris. La política es cosa de políticos, por eso estamos como estamos, mirando el resultado del Clásico y sabiendo que es lunes y que nadie va a salir de una urna a hacer lo que usted tiene que hacer, que es buscarse la vida lo más honradamente posible. Y esquivar como pueda la presión fiscal.

ES LUNES

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación