LUCENA
El acusado de violar a su hija menor, aislado en la cárcel de Alcolea
Su mujer, también imputada y en prisión, pudo haber sido también maltratada por su marido
Poco después de poner un pie en el centro penitenciario de Alcolea, donde ingresó hace ya un mes, el vecino de Lucenaacusado de violar a su propia hija, de tan solo 6 años, comenzó a ser conocido entre los reclusos como el «refugiado».
Y es que el presunto depredador sexual fue (y continúa) aislado del resto de internos. No tiene contacto alguno con los otros reclusos y se le está aplicando el denominado protocolo antisuicidio, por lo que cuenta con vigilancia durante las 24 horas para que no se dañe a sí mismo ni pretenda acortar por la vía rápida lo que presumiblemente le espera.
Fuentes del caso han informado a este periódico de que, pese a que su defensa llegue a solicitar que salga del complejo carcelario hasta que se celebre la vista oral en la que será enjuiciado, todos los indicios y su historial «van a mantenerlo, con toda probabilidad, en prisión» hasta ese momento.
El presunto violador, de 39 años, cuenta con un pasado de delitos sexuales similares. Tiene antecedentes penales por, al menos, dos hechos parecidos, por los que fue condenado a una pena de 24 años de cárcel, de los que habría cumplido aproximadamente la mitad de la condena antes de quedar en libertad. En concreto, el inculpado pasó esos años a la sombra por agredir a una familiar (una prima).
La historia de la madre
Aficionado a las artes marciales, tal y como dejaba ver en las redes sociales, contrajo matrimonio con la madre de la supuesta víctima hace unos ocho años, después de salir de prisión.
La mujer, que también ha sido recluida como presunta encubridora de los hechos que se le imputan al marido, pasa los días en el centro penitenciario preguntando por su hija y por sus otros cuatro vástagos, que están custodiados por la Junta.
En la cárcel ha manifestado su preocupación por sus hijos y ha dicho que está «asustada» por lo que pueda suceder. La mujer arrastra un complicado pasado. Según pudo saber este periódico, siendo menor de edad estuvo bajo la tutela de la Administración y a los 16 años se quedó embarazada.
Al parecer, podría haber sufrido malos tratos por parte del presunto agresor de su hija y, en alguna ocasión, ha referido -tal y como apuntaron a ABC fuentes de su círculo- haber sufrido amenazas por parte de los familiares de su marido.
El día que sucedieron los hechos, el pasado 9 de enero, fue ella la que llamó al Servicio de Emergencias 112 refiriendo que «mi hija se ha caído de la bici y se ha dado en sus partes y le está saliendo muchísima sangre».
Pero, al hablar con la Policía, incurrió en algunas contradicciones, lo que despertó las sospechas de los agentes, que de inmediato sospecharon que el objetivo de la mujer podría ser encubrir a su esposo -que negó los hechos y, ante el togado, se acogió a su derecho a no declarar-, debido a su historial delictivo. Y el juez instructor, con estos indicios, concluyó que la progenitora sabía lo que había sucedido.
El juzgado que lleva el caso ya ha recopilado un par de informes periciales para determinar si uno de los hijos o alguno más podría haber sufrido esos abusos.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete