Coral Vega: «No hay abogados malos, somos los mismos»

—Además de la licenciatura y el máster habilitante es necesario tener tres años de colegiación como ejercientes. Es la manera de garantizar una cierta práctica en el ejercicio porque recién salidos de la carrera están un poco verdes. Los licenciados de antes de 2006, cuando no era obligatorio el máster, deben hacer un examen.

—Eso significa que están sobradamente preparados.

—Hay muy buenos profesionales en el turno de oficio y la gente no lo sabe. El turno de oficio está denostado pero somos los mismos, no hay abogados peores. Los que llevamos los asuntos del turno, tenemos también asuntos particulares en nuestros despachos y los tratamos de la misma manera. Abogados reputados de Granada están también en el turno de oficio.

—Tienen reivindicaciones con la administración.

—Somos un servicio esencial y la prueba de ello es que es obligatorio que todos los colegios provinciales aporten un determinado número de letrados. La clave es que cobramos un 10% de lo que se paga por los mismos asuntos en el ejercicio libre. Los honorarios de los abogados son libres pero por un divorcio en el turno se pagan unos 200 euros y en el ejercicio libre puede estar en unos 1.500 ó 2.000 euros como mínimo. Al margen del dinero el problema está en que hay de dignificar nuestro trabajo y también la consideración en los juzgados.

—¿Cómo se accede a un abogado del turno de oficio?

—En las guardias atendemos a los detenidos y justiciables pero también se puede pedir esta asistencia en los colegios de abogados de cada provincia. Es necesario pedir cita previa en el colegio y rellenar un formulario con la demanda; en Granada todo se puede hacer telemático.

—¿Cree que hay muchas personas que no llegan a este servicio a pesar de tener derecho a él?

—Totalmente. Yo he tenido clientes particulares que perfectamente habrían tenido derecho a un abogado de oficio porque no tenían medios económicos. Mucha gente no lo sabe y debemos darle difusión.