Entrevista a Delibes de Castro
«Hay que hacer compatible Doñana con la presencia del ser humano»
El presidente del Consejo de Participación de Doñana y exdirector del parque cree que el agua, el desarrollo urbanístico o las especies invasoras son los principales desafíos para el espacio natural
![Miguel Delibes de Castro, durante la entrevista con ABC, en Sevilla](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/12/03/miguel-delibes-castro-R4UgXuubjGYmPybnsfG1asI-1200x840@abc.jpg)
Miguel Delibes de Castro es biólogo y una de las mayores autoridades del mundo en los linces. Ha sido durante más de una década el director de la Estación Biológica de Doñana. Ahora ejerce como presidente del Consejo de Participación de Doñana, un organismo consultivo ... que, se queja, «es ahora mismo un jarrón chino» porque «no nos hacen mucho caso». Optimista con el futuro del parque, cree que en 50 años el espacio natural será «excepcional», atiende a ABC durante unas jornadas organizadas por el Defensor de la Infancia y Save the Children en las que participa para hablar de menores, pobreza y cambio climático.
—¿Doñana está tan mal como se pinta o tiene solución?
—Doñana está mucho mejor que muchos otros sitios. Tiene 30 kilómetros de playa que no hay en ninguna otra parte de España y, prácticamente, de Europa. También tiene especies que no se encuentran en otros lugares.
—¿La clave de Doñana es el agua?
—Una de las claves sí es el agua. Pero hay muchas más. A Doñana le afectan las especies exóticas, por ejemplo. También el cambio climático. Cuando yo vivía en Doñana, en los años 70, empezamos a tomar datos metereológicos. Ahora la media de temperatura es un grado superior a lo de entonces. Y esto ha ocurrido en 50 años. Y luego hay amenazas difusas.
—¿Amenazas difusas?
—Sí. Una, por ejemplo, es que fueron gatos, probablemente de Matalascañas, los que transmitieron la fiebre felina a los linces del parque y acabaron con todos los machos adultos de Doñana hace unos años. En el parque entran gatos, perros... Y se controla mal.
![Imagen - «Doñana está ahora dominada en gran parte por cangrejos de Luisiana y en 50 años lo estará por otras especies»](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/12/03/exdirector-parque-U57454076543yTu-170x170@abc.jpg)
«Doñana está ahora dominada en gran parte por cangrejos de Luisiana y en 50 años lo estará por otras especies»
—¿Qué especies invasoras se han asentado en Doñana?
—Hace 40 años aproximadamente se introdujeron en Doñana los cangrejos americanos. Es verdad que han perjudicado a unas especies pero también han beneficiado a otras. Muchas especies se habían hecho raras en el parque. Es el caso del 'morito', un ibis de color violáceo, que desapreció de Doñana en los años 50. Quedaban muy pocos. En los 90 volvieron a verse algunos y ahora hay miles. Eso es, en parte, gracias a la presencia de los cangrejos.
—El Gobierno andaluz presentó un proyecto de legalización de regadíos en el entorno de Doñana aunque finalmente desistieron. ¿Le parece acertada la medida?
—Claramente no, fue un error, reconocido tácitamente como tal por parte del Gobierno andaluz cuando Vox volvió a plantear la medida y el Ejecutivo andaluz no lo apoyó.
—¿Cómo se arregla el problema del agua de Doñana?
—Una alternativa es que se riegue solo con aguas superficiales, si las hay, traídas de otros sitios. Un trasvase. Pero, en todo caso, para regar las áreas que se declararon regables en 2004 y se recogieron en el plan de 2016, no las posteriores. La solución pasa también por ver cuánto agua existe y cuánta se saca. Lo ideal sería es que, con esa información, se dijera cuánto se puede sacar de agua cada año como se hace en tantos cultivos. En el arroz se dice 'este año no va a haber agua' y no se planta. Los arroceros sufren, claro, pero es que si no hay agua...
![Imagen - «Gatos, probablemente de Matalascañas, transmitieron la gripe felina que acabó con los linces machos del parque»](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/12/03/delibes-miguel-U56181623420QIp-170x170@abc.jpg)
«Gatos, probablemente de Matalascañas, transmitieron la gripe felina que acabó con los linces machos del parque»
—¿Es compatible Doñana con la actividad humana?
—Tiene que serlo. Hay que hacer compatible la convivencia del ser humano con Doñana. No es algo que se pueda escoger, no es como una pareja que se plantea si viven juntos o cada uno se va por un lado. Tenemos que conservar Doñana y hay que mantener la agricultura que existe.
—¿Con limitaciones?
—Sí, habrá que poner un límite a la agricultura. Y esto los agricultores lo saben. Cuando te reúnes con ellos en privado ellos son los primeros que son conscientes de no hay agua y están preocupados. Y saben que cada vez hay que buscar agua más abajo y puede salir salada. Y si sale salada, ni dar de beber a los pueblos, ni regar, ni nada.
—¿Falta coordinación entre las administraciones con Doñana?
—Ahora mismo, para mi el gran desafío, se haga lo que se haga, es que todo el que tiene algún poder en Doñana plantee las medidas junto. Hace falta que, de una vez por todas, nos pongamos de acuerdo en qué está permitido y qué no y cómo se va a aplicar.
—¿Funciona el Consejo de Participación que usted preside?
—Podemos chillar mucho para pedir —y yo lo he pedido mucho— que se acuerden las cosas. Pero no han hecho mucho caso. Del proyecto de ley para incrementar los regadíos ni siquiera nos enteramos en el Consejo y eso me sentó muy mal.
—El Gobierno central anunció un plan de 350 millones para Doñana la pasada semana. ¿Les informaron?
—No. Fuimos convidados de pierda del ministerio, acudimos a oír lo que nos querían decir porque no nos informaron de nada antes. Se ha transmitido a la sociedad que se pueden hacer las cosas al margen del Consejo, que somos un jarrón chino. No se le hace caso.
—¿Pasa con la Junta también?
—Sí. Pero lo más importante es que no hay comunicación entre la Junta y el Gobierno central. El ministerio dijo, con toda razón, que la Junta no podría aprobar un plan de regadíos en Doñana porque el agua es competencia estatal. Pero es que la Junta tiene las competencias sobre ordenación del territorio. Ambas administraciones se necesitan, tienen que colaborar. Y trabajar con Europa.
—¿Hay preocupación en Europa por el futuro de Doñana?
—Sin duda. La proposición de ley de los regadíos preocupó más en Europa que aquí. Algún dirigente europeo me ha dicho que lo que se hace en Doñana es tan grave para Bruselas como lo que se hace en Hungría con los homosexuales. Y que si hay que excluir de los fondos europeos a Hungría, a España habría que hacerle lo mismo por el trato a Doñana.
—¿Dentro de 50 años Doñana seguirá como está?
—Es imposible decirlo. Yo llegué al parque en el 72, llevó unos meses más de 50 años en Doñana y nunca hubiera previsto cómo está ahora.
—¿De bien o de mal?
—De distinto. Ahora hay miles de 'moritos'. Entonces viajábamos a Marruecos para verlos. Y ahora nublan el cielo, parecen mosquitos. Los cangrejos lo cambiaron todo también. Los conejos, que era abundantes, son más escasos. Los linces lo han pasado muy mal pero ahora hay una norma y hay más. Alrededor de Doñana entonces la gente mataba a los linces y ahora no los mata o los mata poco. Eso es positivo.
—¿Y el futuro?
—Es imposible de prever. A 50 años con el cambio climático, ¿qué podemos prever?. Aunque no extraigamos agua probablemente si aumenta la temperatura un grado o grado y medio Doñana se irá africanizando. Lo que yo confío es que seguirá siendo un sitio excepcional. Ahora está dominada en gran parte por cangrejos de Luisiana e igual en medio siglo lo está por animales o plantas que ha llegado sin que nos guste o queramos.
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