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¿Es cierto que se rompen más relaciones en verano? Estos son los motivos

Los meses estivales pueden dar pie al surgimiento de efusivos amores de verano, pero también a los más duros desengaños

En verano hay más parejas que atraviesan momentos delicados ABC

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El verano, ese momento tan feliz en el que ―vacaciones mediante― nos aislamos de la rutina y las preocupaciones del resto del año para disfrutar de un oasis de ocio, tranquilidad y aventuras (según los gustos de cada uno) que nos sirva para reponer las pilas.

Se trata de una época en la que las horas de luz y las horas libres incitan a gozar de una mayor energía y a sentirnos más felices. Viajes a lugares desconocidos y vueltas al pueblo o al rincón de veraneo de cada año donde surgen amores de verano. Todo puede ser de color de rosa... o no.

Lo cierto es que, parezca paradójico o no, es durante estos meses cuando más relaciones de pareja se rompen. Es algo que ocurre en todos los estratos de la sociedad, incluidos los más altos. Prueba de ello son la ruptura de Rosalía y Rauw Alejandro o, en las últimas horas, la de Tini y Rodrigo de Paul. Nadie está a salvo de que le rompan el corazón en verano.

¿Por qué las parejas rompen más en verano?

Los motivos para estos desengaños amorosos que tanto dolor pueden causar a veces son de lo más diverso, pero lo que es innegable es que en verano nuestra forma de vida cambia y con ella los hábitos cotidianos, el número de horas que pasamos en casa, las labores en la misma, las dinámicas de las parejas... y todo ello puede afectar a las mismas.

Lo primero que conviene aclarar es que el hecho de que haya más rupturas en verano no significa necesariamente que todos los problemas en las parejas aparezcan de golpe y porrazo cuando empieza a apretar el calor. Más bien se debe a que el hecho de pasar más tiempo juntos y a hacer más vida en común, ya sea en el hogar habitual, viajando o en alguna segunda residencia familiar, puede sacar a relucir aspectos que fallan y que antes pasaban más desapercibidos.

Es decir, los problemas que salen a flote durante las vacaciones como consecuencia del mayor tiempo empleado en pareja y de la ausencia de ruido externo suelen venir de lejos y ser conflictos arrastrados pero velados o guardados en un cajón por haberse dado prioridad a los obstáculos cotidianos, los que surgen en el día a día.

A menudo el 'descubrimiento' de estas aristas en la relación choca de forma contundente con el concepto idealizado que solemos tener de las vacaciones como lugares felices en el tiempo y el espacio en los que todo está bien y no hay preocupación alguna.

La importancia de una buena comunicación

El hecho de no darse cuenta o no prestar la debida atención a ciertos defectos o carencias de la relación se debe a fallos de comunicación entre ambas partes. Saber identificar cualquier problema en cuanto aparece y tratar de ponerle solución hablándolo con la otra persona es un factor diferencial para que dicho inconveniente, natural en cualquier relación, no vaya a más ni se encasquille, desencadenando problemas mayores que dan la cara en momentos como las vacaciones de verano.

Por eso, en caso de que hayan aflorado estos problemas en la relación coincidiendo con los meses estivales, antes de agobiarse con el tema y darlo todo por perdido, merece la pena recapitular, tratar de descubrir cuándo comenzó realmente el conflicto y, a través de una comunicación profunda, fluida y sincera, buscar una solución que permita enderezar el camino y disfrutar juntos de ese verano que tanto habíais soñado.

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