Cerco al creciente mercado negro de vapers legales y 'low cost' en Andalucía
Aumentan los robos en los almacenes y expertos temen que se pronto sean objeto de deseo de los contrabandistas
Las autoridades tratan de frenar su venta ilegal y la comercialización de los que no han pasado controles sanitarios
Se dispara el consumo y el mercadeo de vapers entre los adolescentes andaluces
Los vapers se están convirtiendo en objeto de deseo de los ilícitos. Este nuevo producto gana adeptos cada día, especialmente entre los jóvenes. Es más barato que el tabaco convencional y ofrece infinidad de sabores. Su venta no está permitida a menores de ... 18 años tal y como establece del artículo 3.2 de la Ley 28/2005 de Medidas ante el Tabaquismo, que prohíbe vender o entregar a menores de 18 años cualquier producto que imite el hecho de fumar y pueda inducir a ello. Sin embargo, su comercialización en todo tipo de establecimientos no autorizados así como en redes sociales y plataformas de venta online ha subido como la espuma en los últimos años. Pero hay otra realidad aún peor: la venta de vapers que no han pasado ningún tipo de control sanitario y no están homologados preocupa y mucho a las autoridades, que tratan de combatir esta nueva realidad.
En la Guardia Civil lo saben bien. Pedro González es teniente jefe del área de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOJP) de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla y uno de los mayores expertos en la materia en Andalucía. Según explica a ABC, con el aumento de la demanda han subido también el número de investigaciones, operaciones e inspecciones relacionadas con sus sustracciones o su comercio ilícito: «Al subir la demanda, el stock en los almacenes de los vendedores también ha crecido y, de manera exponencial, los robos ya que tienen una salida muy fácil en el mercado negro. Se trata de una mercancía fácil de monetizar. Los criminales le pueden dar salida en poco tiempo menudeando en los barrios entre la gente joven, principalmente».
En los últimos años, la Guardia Civil ha liderado varias operaciones para desmantelar a grupos criminales dedicados a robar grandes cantidades de vapers en centros logísticos, sobre todo en polígonos industriales. La última fue la denominada 'VaperShop', desarrollada a finales de 2023 en Sevilla, que permitió desarticular uno de estos grupos criminales. Su modus operandi: robaban vehículos para estrellarlos contra los escaparates o fachadas de tiendas de estos productos —la práctica delictiva que se conoce como alunizaje—, y los vendían en el mercado negro. Esta red llevó a cabo tres robos y se hizo con un botín de medio millón de euros. Dos de los cabecillas fueron detenidos y enviados a prisión preventiva.
Además de estas operaciones, la Guardia Civil también lleva a cabo inspecciones aleatorias en establecimientos para comprobar si cumplen con la normativa vigente. Pero también reciben denuncias ciudadanas de quienes alertan de que se están vendiendo sin estar homologados o en lugares no autorizados. Y es hoy en día se pueden adquirir estos productos en todo tipo de establecimientos. El incumplimiento de los requisitos establecidos por el Ministerio de Sanidad pone en serio peligro la salud de los consumidores y altera los canales de venta seguros.
Multas de hasta 112.500 euros
Eso sí, si te pillan te enfrentas a una sanción o un delito. «Todo depende de la cantidad, si la tasación de los vapers supera los 150.000 euros se considera delito de contrabando. Por debajo constituiría una infracción administrativa con multas que van desde los 1.000 a los 112.500 euros», explica este mando de la Guardia Civil.
También preocupa que el problema adquiera dimensiones mayores en el futuro. «Este año, los vapers experimentarán una subida de impuestos en España, lo que significa que, muy probablemente, su comercio ilícito acabe constituyendo un grave problema de pérdida de impuesto recaudado para las arcas públicas, quizá no comparable al problema que supone actualmente el contrabando de tabaco, pero no es algo que debamos obviar. Estamos aún muy lejos de eso pero conforme vayan llegando nuevas generaciones, en las cuales parece haber una tendencia que hará que la demanda se acerque bastante a la de tabaco tradicional, pasará a ser un problema de dimensiones comparables. Tenemos que perseguir el contrabando o venta ilegal de estos productos con contundencia para que no se sobredimensione».
Otro problema que podría surgir en el futuro, según añade este experto de la Guardia Civil, puede ser la falsificación de los envases, precintos y apariencia de los vapers ilegales para dificultar la detección de su real procedencia ilícita.
¿Cómo identificar los que son legales? Según explica, lo primero a tener en cuenta es el envasado y embalaje exterior, que debe contar con unos requisitos establecidos de calidad y seguridad, y estar en castellano. «También nos dan pistas la cantidad de nicotina por mililitro, ya que no se pueden superar ciertos límites para que cumplan la normativa sanitaria. Esto debería aparecer indicado en el propio envase, si es comercializado legalmente. Si es ilegal no sería muy fiable la cantidad que indique el envoltorio. Igualmente, aunque se trate de vapers que cumplan los requisitos legales si son vendidos por establecimientos o personas no autorizadas, la venta también sería ilegal».
Desde la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía también se ha puesto el foco en este asunto y se están haciendo numerosas inspecciones. Según se destacó, los dispositivos regulados deben cumplir con las normativas sanitarias y de etiquetado de la Unión Europea, lo que debe incluir un distintivo CE que indica que cumplen los estándares de seguridad.
Casi 60.000 inspecciones durante 2024
Según agregó, el régimen sancionador de la Ley 28/2005 incluye multas y otras medidas contra el incumplimiento de las normativas de venta y publicidad, con énfasis en la prohibición de venta a menores y en lugares no autorizados. En este contexto, hay procesos sancionadores, tanto a partir de las inspecciones de oficio como a partir de denuncias de particulares.
Según los datos facilitados por la Inspección de Servicios Sanitarios de la Consejería de Salud y Consumo, se ha revisado el cumplimiento de la normativa ante el tabaquismo en 58.196 establecimientos en 2024. Asimismo se han realizado 82.794 actuaciones, que, acumuladas a las realizadas desde 2007 suponen un total de 1.282.808. Además, durante el año pasado, Salud recibió 942 denuncias y se iniciaron 652 expedientes de los que 522 conllevaron sanciones por valor de 331.773 euros.
Pero además y como es lógico, también advierte de los riesgos para la salud del consumo de estos productos. «Los vapers ilegales pueden contener sustancias químicas peligrosas en concentraciones no permitidas, aumentando el riesgo de toxicidad y otros efectos nocivos para la salud, como irritación pulmonar, efectos cardiovasculares y exposición a metales pesados. Los legales, al igual que el tabaco convencional, también son perjudiciales para la salud. No son inofensivos. Su uso está relacionado con efectos en la salud pulmonar, cardiovascular y adicción a la nicotina, incluso en niveles regulados. Debido a su relativamente reciente introducción en el mercado se desconocen sus efectos a medio y largo plazo sobre la salud de las personas», apuntó Salud.
El Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía de la Junta incluye precisamente líneas estratégicas para la investigación y promoción de estudios sobre los efectos de productos el tabaco, incluidos los vapers, para orientar políticas de salud pública.
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