Gibraltar, ocho años de tensa espera tras el Brexit
El Acuerdo de Nochevieja para derribar la Verja y lograr una zona de prosperidad compartida acaba de cumplir tres años sin registrar apenas avances y con escollos enquistados
Joe Bossano enciende la mecha y llama a la «guerrilla» a los jóvenes gibraltareños para proteger el Peñón
![Imagen del Peñón y de la terminal del aeropuerto, tomada desde La Línea de la Concepción](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/01/05/brexit-sergio-ktAE--1248x698@abc-RWA1qCVnqQ1p4fzHaQYqMsN-1200x840@abc.jpg)
Los gibraltareños no querían el Brexit. En 2016 rechazaron en un referéndum con abrumador 96% de los sufragios abandonar la Unión Europea (UE), pero renunciaron de inmediato a este deseo plasmado en las urnas y acataron la decisión de su metrópolis. Siguen ... renegando del Brexit pero mantienen inquebrantable su apego a Reino Unido. No quieren escuchar hablar de soberanía española ni de cosoberanía. Desde entonces viven un permanente 'día de la marmota' esperando una salida que facilite su encaje en la UE. Su aspiración: seguir bajo el paraguas del Reino Unido pero beneficiarse de las ventajas que supone estar en territorio europeo.
Casi ocho año después de aquel referéndum, ni la UE ni Reino Unido han logrado sellar un tratado para hacerlo posible. Sucesivas prórrogas y 14 rondas negociadoras —la última hace sólo unas semanas y se prevé que en breve habrá otra— no han logrado avances y hay cuestiones enquistadas. Gibraltar se mantiene inflexible en su negativa a que agentes españoles de Frontex pisen lo que consideran su territorio, el puerto y el aeropuerto, donde quedarían las fronteras Schengen en caso de que haya 'fumata blanca'. La pugna por soberanía del Peñón queda al margen: ni España ni Reino Unido renuncian a la misma.
El 31 de diciembre de 2020, in extremis, España y Reino Unido sellaron el Acuerdo de Nochevieja, lo que dio un respiro a los habitantes del Peñón y a los del Campo de Gibraltar, la comarca gaditana con una enorme dependencia económica de la colonia británica. Más de 14.000 trabajadores españoles cruzan a diario la Verja para trabajar en el Peñón.
Zona de prosperidad compartida
«Con este principio de acuerdo se derriba la Verja con España como responsable del control de Schengen. Derribamos barreras para lograr una zona de prosperidad compartida», anunció aquel día la entonces ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. Sólo faltaban unas horas para que expirase el plazo y que Gibraltar pasase a ser definitivamente frontera exterior de la UE. Se evitó así un divorcio duro para la última colonia del continente europeo. El Acuerdo de Nochevieja incluía además un un periodo de transición de seis meses y la aplicación de políticas y programas de la UE a Gibraltar, como el acuerdo de Schengen o un régimen aduanero en materia de tráfico de mercancías y transporte. También contempla medidas de competencia leal en lo fiscal, medioambiental, laboral y social.
Pero nada ha cambiado desde entonces y las tensiones en la Verja persisten pese a que España mantiene, salvo en momentos puntuales, una aplicación flexible para permitir el tránsito fluido de vehículos y peatones. Además, España mantiene en vigor los memorandos pactados tras el Brexit.
Pero si los alrededor de 38.000 habitantes de Gibraltar, la tercera renta per cápita del mundo, aguardan una pronta solución, la inquietud es aún mayor si cabe a este lado de la Verja, en el Campo de Gibraltar, la comarca gaditana situada junto al Peñón e integrada por ocho municipios: Algeciras, La Línea de la Concepción, San Roque, Los Barrios, Tarifa, Castellar, Jimena y San Martín del Tesorillo, donde viven en torno a 300.00 personas. En torno al 15% del Producto Interior Bruto (PIB) del Campo de Gibraltar proviene de la actividad económica y comercial con el Peñón gracias a la actual fluidez en el tránsito de personas y mercancías por la Verja.
Los 14.000 trabajadores fronterizos temen que un no acuerdo endurezca los controles en la Aduana, lo que conllevaría un varapalo para su medio de vida. Comerciantes y hosteleros del Campo de Gibraltar tampoco ocultan su preocupación: los gibraltareños suponen una parte importante de sus ganancias.
La negociación del tratado la llevan a cabo Londres y Bruselas pero tiene como base lo pactado por el Gobierno español y el británico en la Nochevieja de 2020. Tras la 14 ronda negociadora entre España y Reino Unido, celebrada el pasado mes de diciembre en Málaga, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguró que es optimista para llegar a un punto en común y que no tendría sentido dejar fuera del acuerdo el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar: «A mí me parece un avance que puedan venir vuelos desde aeropuertos españoles y de otros países europeos, fomentar el turismo y las relaciones. El aeropuerto tiene que estar en el acuerdo».
La nueva fecha tope: las elecciones europeas
Albares añadió que el acuerdo político está prácticamente cerrado, pero admitió que quedan «flecos» como el uso conjunto del aeropuerto, entre otros que evitó enumerar por «discreción diplomática». Aunque evitó perfilar un horizonte temporal, apostilló que el acuerdo «no debería dilatarse más», al tiempo que recordó que el acuerdo tiene que cerrarse con la Comisión Europea, por lo que considera que el arranque de la campaña de las elecciones europeas del próximo 9 de junio será un «punto final». Así lo ha asegurado también el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, que fija en dichas elecciones en la nueva «fecha límite» para intentar cerrarlo. ¿Será la definitiva? Habrá que esperar.
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