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Antonio R. Vega: «La Justicia pone contra las cuerdas a la UGT de Andalucía»
Impone una factura millonaria por los excesos cometidos por la antigua cúpula del sindicato
La demoledora sentencia contra una época de excesos en la UGT-A
La antigua cúpula de la UGT de Andalucía utilizó fondos públicos para pagar viajes, hoteles y convites de sus dirigentes, cenas con barra libre en la Feria de Sevilla, o pancartas para la huelga contra la reforma laboral de Mariano Rajoy en el año 2010. ... Incluso se compraron maletines de marca falsificados en China, que fueron regalados a los delegados de un congreso celebrado en Sevilla en 2009 en el que fue reelegido como secretario general del sindicato Manuel Pastrana.
En resumen, el sindicato aprovechó las ayudas que le daba la Junta de Andalucía, destinadas a formar a trabajadores y desempleados, para financiar sus actividades, que nada tenían que ver con sacar del paro a miles de andaluces. Así lo recoge una sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla que ha condenado a cinco excargos de la organización a penas de entre tres años y seis meses de prisión, así como multas que suman 225 millones de euros.
La defraudación de ayudas se realizó de tres formas. La primera fue el alquiler ficticio de aulas del sindicato para impartir los cursos a través de una sociedad instrumental suya que facturaba a otra fundación de la propia UGT-A. La segunda fue el «rappel», es decir, las comisiones o descuentos que las empresas que contrataba con dinero de la Junta y que el sindicato ocultaba en las facturas que endosaba a las ayudas. El tercer mecanismo defraudatorio es el «bote», un saldo creado por el sindicato con las facturas supuestamente simuladas requeridas a determinados proveedores, que una testigo llegó a definir como un «canon revolucionario». El concepto aparece en un manual informático que utilizaba el sindicato. Lo llamaba «bote», como los premios acumulados de los sorteos de lotería que no tocan.
La resolución cae como una losa sobre una organización con 136 años de historia, que precisamente celebraba este miércoles la proclamación de Pepe Álvarez al frente de la entidad a nivel federal. El tribunal declara al sindicato regional como responsable civil subsidiario de un fraude cuantificado en más de 40 millones de euros. Significa que tendrá que hacer frente a esta indemnización millonaria si los condenados no lo hacen.
La Justicia pone así contra las cuerdas a un sindicato que ha tenido que desprenderse de patrimonio inmobiliario y pactar el aplazamiento de las deudas contraídas con la Junta durante 25 años para garantizar su supervivencia.
Lejos queda la situación boyante de la que disfrutaba el sindicato en el año 2008, cuando un dirigente de Jaén confesó abrumado que no sabía qué hacer con tanto dinero acumulado en el «bote», el saldo que se nutría con facturas infladas de un proveedor habitual. En el borrador del acta de una reunión interna, que el sindicato no reconoce, y que fue publicada en exclusiva por ABC quedó transcrita esta frase: «Llegará un momento en que no sabrá qué hacer con tanto dinero». La preocupación que UGT tiene ahora es diferente: cómo sobrevivir después de que la Justicia le ha pasado, a toro pasado, el cobro de una factura millonaria por sus excesos.
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