Seis narcos con un arsenal de armas en Almería se libran de la cárcel tras un acuerdo con la Fiscalía

Dos carabinas de aire comprimido, un rifle de calibre 22, una pistola detonadora con cargador, una pistola semiautomática con cargador y 315 cartuchos de distinto tipo de munición, así como elementos adicionales para armas e incluso un suéter de la Policía Nacional. Es el arsenal de armas que la Guardia Civil encontró en mayo en un cortijo de Almería en una operación que se saldó con seis detenidos.

El juzgado de lo Penal número 5 de Almería los ha condenado ahora por cultivo y preparación de sustancias estupefacientes desde un cortijo del barrio almeriense de Venta Gaspar.

Los acusados han aceptado penas de entre dos años y un año y medio de prisión por los delitos de tenencia ilícita de armas y contra la salud pública por los que se les acusaba en cada caso tras la modificación del escrito de Fiscalía, que pedía inicialmente condenas de hasta seis años de cárcel, después de la retirada de agravantes y de que hayan reconocido los hechos.

La juez ha accedido además a la suspensión de las penas privativas de libertad de los acusados, representados por los letrados Mónica Moya y Leo Marfil, por periodos de entre dos años y medio y tres años con la condición de que no vuelvan a delinquir durante dicho periodo.

Las detenciones se practicaron en el marco de una operación paralela instruida por un juzgado de Lliria, en Valencia, vinculada a robos con violencia en viviendas en la que está implicado uno de los acusados en esta otra causa.

Los seis hombres vivían en el cortijo en el que se dedicaban al cultivo y preparación de cannabis, donde además fue encontrada una gran cantidad de armas, accesorios y munición en perfecto estado de funcionamiento.

El hallazgo deriva del registro ordenado por un juzgado valenciano durante la instrucción de la operación 'Brigantes', efectuada por la Guardia Civil, para desarticular a un grupo criminal especializado en el robo con violencia e intimidación en viviendas habitadas que empleaba armas de fuego y vehículos robados, con casos en Valencia y Málaga.

Uno de los investigados en esa causa paralela residía en el cortijo almeriense sobre el que se acordó el registro el 14 de mayo de este año. En el registro también se localizaron más de 3,4 kilos de cannabis de distinto grado de THC así como otros cinco lotes de resina de cannabis, que en total ofrecieron un peso de dos kilos. La sustancia aprehendida habría adquirido en el mercado clandestino un valor aproximado de 35.681,22 euros, según las estimaciones de la acusación.