ALMERÍA
Recorre más de mil kilómetros en taxi tras ser abandonado por la sanidad cántabra en plena Navidad
Una rotura de cuádriceps durante sus vacaciones en Santander obliga a un jubilado a volver a Almería para ser operado de urgencia
La Atención Primaria andaluza pide una reunión urgente con la consejera de Salud
![Felipe Múgica se recupera de la operación de cuádriceps en su domicilio de Almería](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2025/01/10/felipe-mugica-almeria-R8JO8tNBX5JBGXZqiEZjU0J-1200x840@diario_abc.jpeg)
Felipe Múgica ha vivido una Navidad que no olvidará. A sus 70 años decidió viajar el 20 de diciembre desde Almería hasta Santander para pasar unos días con sus hijos y nietos, igual que hace cada año. Los planes se truncaron. Tuvo un inesperado ... problema de salud, fue rechazado por la sanidad cántabra y la única solución era regresar para ser operado de urgencia.
«Estaba alojado en un hotel en el centro, salí para coger un taxi, ya que iba a comer a la zona del Sardinero. De golpe sentí un chasquido y caí al suelo. Me tuvo que ayudar la gente que pasaba a levantarme, no podía mover la pierna», relata. Felipe llegó al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de la capital santanderina con un fuerte dolor sobre las 12.30 horas del 23 de diciembre.
El diagnóstico inicial no fue claro, pero la situación era grave porque había perdido la movilidad. Después de una radiografía que mostró que no había fractura, una ecografía reveló una rotura de cuádriceps en su pierna izquierda.
«El traumatólogo me explicó que la operación era urgente, había que hacerla en un máximo de 72 horas para evitar secuelas debido a la pérdida de elasticidad muscular. Sin embargo, había un problema. Me dijo que por normativa no me podían ingresar, ni operar y que tenía que volver a Almería para que me interviniera, ya que estaba empadronado en Andalucía», explica con indignación.
«Se recomienda acudir a urgencias de su comunidad una vez llegue para nueva valoración por previsible intervención quirúrgica», así lo refleja el informe médico. A pesar de su insistencia para que lo operaran, a 18.00 horas Felipe se vio en la puerta del Hospital Valdecilla de Santander con la pierna escayolada y en una silla de ruedas que tenía que dejar en cuanto subiera a un taxi. Intentó que le pusieran una ambulancia para trasladarse a casa de un familiar, pero tampoco tuvo una respuesta afirmativa.
El hombre avisó a sus hijos, quiénes tuvieron que recoger sus pertenencias del hotel, y comenzó a hacer llamadas para ver cómo podía regresar a Almería. Lo que más le preocupaba era ser operado lo antes posible. El tiempo corría en su contra si no quería perder la movilidad en la pierna.
Ocho horas en taxi
El 24 de diciembre a las 8.00 horas, Felipe ya estaba montando en un taxi adaptado que el mismo contrató para emprender el viaje de regreso. «Tuve que meter la pierna como pude, era un vehículo con dos líneas de asientos traseros, y al volcarlos la podía llevar estirada», cuenta todavía con indignación. Ocho horas de viaje para recorrer los mil kilómetros que separan Santander de Almería y 1.500 euros por el trayecto.
«El taxista quería volver a su casa para cenar en Nochebuena y vinimos volando», dice. Y es que los dos tenían prisa por diferentes motivos. Durante el trayecto Felipe preguntó sobre la posibilidad de ser atendido en el Hospital Universitario de Torrecárdenas, pero no quería jugársela, y no dudó en contactar con el Hospital HLA Mediterráneo de la capital.
Directamente llegó al centro sanitario privado donde ya estaba todo preparado. Aquí cenó solo, no era la Nochebuena que esperaba, su única preocupación era que lo intervinieran lo antes posible. Tenía una rotura de espesor casi completo del tendón cuadricipital que requería de una cirugía que el Servicio de Salud Cántabro le había negado.
A las 11.30 horas del 25 de diciembre, el día de Navidad, Felipe fue operado con éxito por el cirujano José Ángel Ruiz Molina. «Le estoy muy agradecido, aunque la pierna está inmovilizada ya empiezo a sentirla, puedo moverla un poco y eso me da esperanza para volver a caminar sin problemas», afirma.
Dolor y desolación
El coste del tratamiento y hospitalización ascendió a 5.638,30 euros, una cantidad que tuvo que sufragar con su propio bolsillo teniendo que endeudarse para hacer frente al pago. Jubilado y con más de cuarenta años cotizados no quiere que se repita esta situación con otras personas. «Es increíble que nos enfrentemos a estas barreras en la Sanidad pública. Además del perjuicio económico y emocional, han puesto en riesgo mi salud», indica con gran dolor y desolación.
Felipe Múgica ha presentado una reclamación patrimonial ante el Servicio de Salud Cántabro. «La negativa a prestarme asistencia médica en Santander me obligó a abandonar a mi familia en unas fechas tan señaladas y desplazarme a Almería para buscar un hospital y un cirujano un día de Nochebuena. Esto me produjo un grave perjuicio, al temer no poder ser operado a tiempo», añade.
Por este motivo, pide una compensación económica de 3.000 euros, además del pago de las facturas del taxi y hospital para poder ser intervenido. Felipe sigue adelante con su recuperación y confía en que su denuncia sirva para eliminar estas situaciones que contravienen la normativa sanitaria vigente respecto a la garantía de acceso a la atención médica en cualquier punto del territorio nacional en situaciones de urgencia.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete