Alberto: «Vendía por Internet fotos de mi cuerpo pero sin enseñar la cara»

Como Alberto hay muchos jóvenes andaluces que están en la web OnlyFans y que venden por ahí su intimidad. Según la profesora de Derecho Tasia Arénguez, quien investiga sobre los efectos de la vida digital en los derechos de las mujeres, la venta del cuerpo a través de las redes sociales es una forma de explotación. Y, además, supone un peligro porque es le primer paso en una carrera que puede llevar a la prostitución.

Alberto, sin embargo, no ve el peligro: «Yo subía fotos como las que puedo compartir con alguien que estoy ligando por una aplicación, sin calzoncillos, sin que se me viera la cara«, explica. Cree que así está a salvo de que su imagen se filtre y acabe en foros o plataformas donde alguien pueda reconocerle. ¿Qué pasa si en el futuro tiene un cargo público o una entrevista donde ven esas fotos?

Este joven llegó al porno, asegura, «por aburrimiento«, durante la pandemia. Es algo que han vivido muchos andaluces que llegaron a OnlyFans, una plataforma que ha crecido exponencialmente gracias a los meses que la población estuvo aislada y sin poder trabajar. Como muchos otros, el malagueño aprovechó la web para conseguir un dinero extra. No era mucho, confiesa, así que lo dejó.

«Lo mío no es porno duro. Sí que lo iba a hacer, quería grabar con unos amigos, pero nunca cuadrábamos las fechas así que empecé a subir yo solo contenido«, explica. Durante meses sus imágenes más íntimas estuvieron a disposición de quien quisiera pagarlas. ¿Se arrepiente? No. «Tenía varios suscriptores», asegura.