Los agentes contra el narco en Andalucía: «Estamos hartos de promesas incumplidas»

No pierden de vista las lanchas que aparecen varadas en la costa de Andalucía, las que suben por el Guadalquivir hasta Sevilla, las que embisten patrulleras en maniobras arriesgadas o las que son interceptadas con cargamentos, cada vez más de cocaína, una droga más rentable, pero que vuelve la lucha mucho más peligrosa por la cantidades de dinero que se mueven.

Los representantes sindicales de los agentes que luchan contra el narco aseguran que se ve «continuamente» cómo las mafias actúan «indisimuladamente». Ya no se ocultan. La sensación es que se ha vuelto a perder el temor a ser detenidos. «Muchas veces a plena luz del día, con el consiguiente riesgo no sólo para los agentes de la autoridad sino para la población en general», añaden en el manifiesto, antes de poner como «dolorosos» ejemplos los dos agentes asesinados en Barbate hace un año arrollados por una narcolancha entre los vítores de una multitud que jadeó el crimen desde los diques del puerto.

Enumeran así los «continuos enfrentamientos con agresiones graves», como las embestidas con lancha o con coches en las fugas tras las descargas en la playas. O el choque en Sevilla en la AP-4, que se saldó con seis muertos.

Estas asociaciones, como la AUGC o SUP, denuncian la utilización de armas de guerra por parte de los narcotraficantes. Algo que se ha podido constatar en infinidad de ocasiones en la Costa del Sol en los ajustes de cuentas o que se vio en una descarga reciente en Huelva.

Además, describen una escalada «groseramente elevada» de tráfico de estupefacientes. «Estamos aquí para decir alto y claro al Ministerio del Interior, especialmente al ministro Marlaska, y a la propia Dirección General de la Guardia Civil y de la Policía Nacional que estamos hartos de promesas incumplidas», aseveran en sus reivindicaciones.

Según los representantes sindicales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado los medios tanto materiales como humanos no llegan. No son suficientes. A eso añaden la petición de declarar zona de especial singularidad el Campo de Gibraltar por su problemática social aparejada al narcotráfico y que no se hace efectiva. Del mismo modo, exigen al Gobierno el cambio normativo judicial para luchar contra el narcotráfico, ya que tampoco es una realidad.

Además, la declaración de profesión de riesgo para guardias civiles y policías nacionales tampoco llega y aseveran que es «escandaloso». A eso se añade que se desmantelan las unidades especializadas en la lucha contra el narcotráfico y crimen organizado «sin motivo aparente». En este punto citan el caso de OCON-Sur, cuyo cierre repentino ha incrementado la acción de los narcos. Las asociaciones y sindicatos exigen la equiparación salarial real con otros cuerpos policiales locales y autonómicos, que sigue siendo una promesa incumplida que acumula años en un cajón.

En este punto, también inciden en la cesión «ilegal» de competencias a las policías autonómicas. «Además de ser una vergüenza, representa un peligro innecesario para España y para Europa. No permitiremos que se arrebate a los ciudadanos un derecho fundamental como es la seguridad», explican en uno de los manifiestos que se leyeron en Sevilla ayer durante la concentración realizada.

Para los sindicatos y asociaciones de la Policía y la Guardia Civil un cuerpo policial autonómico «no puede asumir funciones que, constitucionalmente, corresponden exclusivamente a la Guardia Civil y a la Policía Nacional». «Es inaceptable que el presidente del Gobierno acompañe a grupos independentistas en su intento de desmantelar el Estado», concluyeron.