Adif compró piedra no homologada para el AVE a la cantera que empleaba a la mujer de Koldo

Dos de las empresas que presentaron ofertas al concurso denunciaron que la sociedad Áridos Anfersa SL, que en el año 2022 pagó 7.791,55 euros a Patricia Úriz Iriarte, explotaba la cantera de El Parroso, en Villanueva del Río y Minas (Sevilla), que no cuenta con el distintivo de calidad de Adif. La cantera que empleaba a la pareja sentimental de la mano derecha de Ábalos no había superado los controles técnicos requeridos para proveer de balasto tipo 1, el de mayor calidad y más costoso, que se emplea para asegurar las vías por las que circulan los trenes AVE.

El 24 de mayo de 2022, meses antes de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil pusiera la lupa sobre la empresa donde trabajaba la esposa de Koldo, Adif adjudicó el millonario encargo a una Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por Áridos Anfersa SL, radicada en Baza (Granada), y dos empresas más, Áridos Técnicos SA y Aritec Almonacid SL, para «el suministro y transporte de balasto para la renovación del balasto de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla. Fase 2».

El contrato lo firmaron el director general de Adif y Jaime Chouseiro Fernández, actual gerente de Aritec Almonacid SL y hasta diciembre de 2021 administrador de Áridos Técnicos SA, casualmente las otras dos empresas adjudicatarias. La Guardia Civil constató que Chouseiro se había reunido con Koldo en un bar de Pamplona el 3 de marzo de 2023 cuando el asesor ya había cesado como personal de confianza de Ábalos en el Ministerio. Francisco Coca Sánchez, administrador de Áridos Anfersa SL, también estuvo alojado el 6 de julio de 2021 en el Parador de Granada el mismo día que pernoctaban en este hotel el exministro y su mano derecha.

Poco después, las tres sociedades se asociaron para hacerse con el referido contrato de Adif presentando una oferta que rebajaba hasta en un 11,2% el presupuesto de licitación, que era tan ajustado que apenas podía cubrir los costes de extracción del balasto de la cantera y su transporte, como ha venido alertando la propia Asociación de Empresas Productoras de Áridos.

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A las empresas excluidas Áridos y Recuperaciones S.L.U. y Santiago Carmona S.A., que se agruparon para optar por el mismo contrato, no les salían las cuentas. Recelosos por el bajo precio ofertado para la venta y traslado de este material, impugnaron la adjudicación e interpusieron una reclamación ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. Su recurso fue desestimado el 29 de septiembre de 2022 mediante una resolución del organismo dependiente del Ministerio de Hacienda y Función Pública a la que ha accedido ABC.

Los reclamantes pidieron sin éxito a Adif que anulara el encargo porque «la UTE adjudicataria no cumple los requisitos de solvencia técnica o profesional» exigidos en el pliego y solicitaron acceso a la documentación de sus competidores que le fue denegada con el pretexto de que era confidencial al afectar a «secretos técnicos o comerciales». En su reclamación, los empresarios expusieron que la cantera denominada El Parroso no cumplía los requisitos técnicos exigidos en otro expediente de licitación de la misma sociedad pública. De hecho, dicha explotación aparece con el distintivo de calidad «desestimado» en el mapa de canteras que operan con Adif.

El referido certificado acredita que éstas cumplen las condiciones mínimas exigidas para la fabricación del balasto que se utiliza para amortiguar y repartir las cargas transmitidas durante el paso de los trenes AVE.

La única mina homologada que gestiona otro de los socios de la UTE adjudicataria es la cantera La Marina, que es propiedad de Áridos Técnicos SA, y se encuentra en Almonacid de Toledo, a 455 kilómetros en coche hasta el punto de la traza en Sevilla, donde se iba a reponer el balasto.

Para las empresas excluidas resulta inviable para cualquier compañía transportar las 275.000 toneladas desde una distancia tan lejana, teniendo en cuenta lo costoso que resulta el traslado de un material tan pesado por carretera. «Los números no salen: o la piedra se está regalando o se está aportando otro material más barato que no está homologado», subrayaron a ABC fuentes del sector. Por entonces, les faltaba una pieza por encajar en este rompecabezas y era que la pareja de Koldo estaba trabajando en ese momento para la dueña de la cantera sin homologar.

El tribunal de recursos contractuales, sin embargo, desoyó los avisos de los concursantes excluidos y dio por válidos los argumentos de Adif, que atribuía la denuncia a «una serie de suposiciones y cálculos que realiza la recurrente» sobre la utilización de una cantera que, «sin base ninguna», aseguran que es la única de la que puede disponer la adjudicataria. La sociedad pública también justificó el encargo alegando que «con que haya una cantera que acredite su solvencia es suficiente a efectos de documentación del expediente de contratación».

Tras intentar contactar con algún responsable de Áridos Anfersa SL, ABC envió a las 12.46 horas del pasado jueves un cuestionario al correo corporativo de la compañía para recabar su versión sobre los pormenores de esta denuncia empresarial y sobre las funciones que realizaba la mujer de Koldo en la misma. Hasta la noche del pasado viernes, este periódico no había recibido ninguna respuesta.