Ecologistas piden que las hermandades se hagan cargo de la limpieza de los caminos

Ecologistas en Acción planteará ante el Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana y los responsables del Plan Romero que sean las hermandades que anualmente realizan el camino del Rocío las que sufraguen la retirada de la basura que se produce como consecuencia del peregrinaje. Asimismo, retoma la idea del pago de una fianza para garantizar el buen estado de las zonas de paso, tal como propuso la alcaldesa de Aznalcázar.

El portavoz de Ecologistas en el Consejo de Participación de Doñana, Juan Romero, ha subrayado a Europa Press que, miembros del colectivo ha realizado una visita a parte del espacio protegido que ha acogido el camino del Rocío, en la provincia de Huelva, de resultas de lo cual «podemos afirmar que el problema de los residuos no se ha arreglado».

«Infinidad de botellas de vidrio y de plástico, papeles en todos los lugares y por todo el camino», describe gráficamente Romero, que admite los esfuerzos de las hermandades, «que no quieren que la gente ensucie, aunque ello al final acaba ocurriendo».

Por ello, el colectivo conservacionista propondrá el pago de la recogida de residuos por parte de las hermandades, algo que debe certificar, a juicio de los ecologistas, el cuerpo de agentes de medio ambiente, que «en vez de cumplir labores de policías de tráfico deben vigilar este espacio protegido y dar fe de que el comportamiento es el correcto, levantando actas de infracción y exigiendo responsabilidades, función que hoy no desempeñan porque están bajo mínimos».

Para Romero, debe ser la propia administración, con la complicidad de las autoridades, la que exija la retirada de basuras si un lugar ha quedado sucio al paso o pernocta de una hermandad. «Si no, previamente se habría depositado una fianza que es la que se estima que cuesta la limpieza», añade.

Sobre el asunto de la fianza, el portavoz de Ecologistas en el Consejo de Participación de Doñana ha señalado que la intención anunciada por el Ayuntamiento sevillano de Aznalcázar de cobrar un peaje, finalmente desechada, «no era en absoluto descabellada». «Deben ser las hermandades las que vigilen y lo eviten, y si no, que echen a la gente que ensucia», ha insistido. La alcaldesa de Aznalcázar dio marcha atrás en su idea a instancia de la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial de Sevilla que se hicieron cargo de los gastos del dispositivo de limpieza ante la polémica generada por las hermandades que discurren por los caminos de Sevilla.