Ángel Ojeda, el peregrino incansable que presumía de sus negocios

Afable, extrovertido, bien relacionado, algo indiscreto. Angel Ojeda Avilés , el ex consejero de Hacienda andaluz detenido por su vinculación con el fraude de los cursos de Formación , es descrito por personas que lo conocían como un encantador de serpientes que no tenía reparos en aludir al éxito de sus negocios.

Ojeda, nacido en Jerez pero residente desde pequeño en Sevilla, estudió en el colegio Claret -al igual que Felipe González - se interesó por la política ya en los últimos años del Franquismo, militando en el PSP de Tierno Galván entre 1973 y 1976, año en el que se afilió al PSOE .

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Sevilla, entre 1982 y 1983 fue gerente de la Diputación de Sevilla, y al año siguiente el ministro Ernest Lluch , posteriormente asesinado por ETA, le fichó como subdirector general de Gestión Económica del Insalud. En 1985 fue nombrado director económico-financiero de la sociedad estatal para la Expo 92, y en 1987 fue designado por José Rodríguez de la Borbolla como consejero de Hacienda, cargo que ocupó hasta la llegada de Manuel Chaves a la Junta, en 1990. Fue protagonista en el escándalo del edificio Presidente , la fustrada compra de un inmueble para la administración andaluza. Tras abandonar la política comenzó a desarrollar su faceta de empresario, centrándose en el sector de la formación.

Ojeda, quien se desplazó varias veces a Brasil como asesor de la Junta de Andalucía para el montaje de las ITV en este país, hablaba con frecuencia de sus negocios y proyectos. Bien relacionado socialmente, tiene como residencias dos chalets , uno de ellos en el barrio de Heliópolis de Sevilla -donde es socio del selecto club Pineda- y otro en Sanlúcar de Barrameda, donde cada año suele organizar una fiesta junto a la peña rociera de Paterna , a la que pertenece, con la asistencia de numerosos empresarios y políticos.

En Sanlúcar posee una casa con un amplio jardín -vecino del periodista Carlos Herrera- en el Espíritu Santo, un promontorio al final de la playa de Las Piletas desde el que se domina una de las mejores vistas de la localidad y el coto. Es aficionado a dar largos paseos por la playa de Montijo, entre Sanlúcar y Chipiona y asiduo al chiringuito El Oriental.

Asimismo, es un gran aficionado a la romería del Rocío y al camino de Santiago , que ha realizado en seis ocasiones, cuatro veces a pie y dos a caballo.