Los añicos del «zapaterismo»

El naufragio del presidente del Gobierno está dejando en su partido una secuela de desorientación que amenaza con arrastrar a Rubalcaba

Los añicos del «zapaterismo» ED CAROSÍA

GABRIEL SANZ

La Ejecutiva Federal del PSOE aprobará mañana las líneas maestras de la Conferencia Política que celebrará los días 1 y 2 de octubre, pero va a necesitar mucho más que eso para levantar la losa de desorientación y de fractura que ha supuesto la reforma constitucional en contra del intento de Alfredo Pérez Rubalcaba por reconciliarse con las bases sociales. Pasado el «trago», reconocen diversas fuentes del PSOE, todas las baterías del partido están ahora dirigidas a presentar a un candidato «garante» del Estado de Bienestar frente a los «recortes» del PP. De hecho, el primero de los foros de debate previos a la conferencia, el próximo sábado, va a versar sobre «Educación y empleo».

Son los últimos renglones de una legislatura maldita que el adiós de Zapatero, el 2 de abril, y la abultada derrota del 22 de mayo no han hecho sino agravar. Rubalcaba, —«al que fuimos a buscar», en expresión de Gaspar Zarrías la tarde en que los «barones» dieron un golpe en la mesa para que Carme Chacón no le disputara el puesto en primarias—, siempre contó con que su «suelo» eran los resultados municipales y autonómicos. La extrapolación a unas generales arroja 117 diputados. No tardaría en darse cuenta de que dentro del Gobierno, y desde julio también fuera, iba a tener problemas. Las primeras señales alarmantes llegaron cuando diferentes encuestas, entre ellas la de ABC , demostraron que el presunto «efecto Rubalcaba» simplemente no existía, lo que en el ámbito interno derivó en desilusión.

Las listas, el 7 de octubre

Para colmo, en el mes de agosto, durante el que el candidato decidió trabajar confiado en recuperar terreno a un Rajoy de vacaciones en Sanxenxo (Pontevedra), no hizo sino traerle quebraderos de cabeza. Primero, con la amenaza real de rescate de la economía española cuando la prima de riesgo sobre el bono alemán a diez años llegó a los 415 puntos básicos. Y luego, con su consecuencia: una reforma constitucional exprés pactada por Zapatero y Rajoy el fin de semana del 20 y 21 de agosto a sus espaldas. Su mayor error, para muchos en el partido, ha sido presentarse como víctima porque «rompe la imagen de todopoderoso que tenía».

No es extraño, por ello, que al ver la debilidad del candidato, su principal rival por el liderazgo del partido, Chacón, haya regresado de su silencio vacacional manifestando el pasado lunes en la Ejecutiva del PSC sus «dudas» por la no celebración del referéndum que pide la izquierda en la calle.

«Nada de lo que está pasando tiene que ver con el 20-N, sino con el XXXVIII Congreso que viene después» , reconocen diversos consultados, que confieren a la elaboración de la listas un papel clave. El Comité federal del PSOE las aprobara junto al programa electoral el sábado 7 de octubre. Entre tanto, Rubalcaba ya ha dicho en privado que no le gusta el actual Grupo Socialista, que era mejor el de la legislatura 2004-2008 y que él, a diferencia de Zapatero, no va a primar la juventud por encima de la experiencia... Aunque eso será si los experimentados quieren.

La primera fue Elena Salgado, que a pesar de su amistad personal con el candidato, dijo que no quiere ir en las listas al Congreso. Inmediatamente. José Bono, Manuel Chaves y Alfonso Guerra hicieron lo propio. No está claro en ninguno de los tres casos. Es más, diversas fuentes aseguran a ABC que el presidente del PSOE será cabeza de lista por Cádiz y que Guerra todavía puede serlo por Sevilla. En el caso de esta última lista, quien sí podría «caerse» es la veterana Carmen Hermosín, que así se lo habría comunicado ya a la dirección provincial del partido. Respecto a Bono, fuentes del PSOE castellano-manchego no descartan que encabece la candidatura por cualquiera de las capitales de provincia de la región, excepto Toledo, donde se espera que el actual alcalde, Emiliano García-Page, ocupe puesto de salida.

Aguilar, opción por Madrid

Con un PSOE a la baja, también hay disputa por colocarse como «número dos». Es el caso de Chacón por Barcelona; Jesús Caldera por Salamanca, —tuvo una oferta para irse fuera de España, pero Rubalcaba lo ha repescado para su proyecto—, o Rosa Aguilar , que iba a ir encabezando Córdoba, pero finalmente podría ir en la lista por Madrid pese a la oposición de la Ejecutiva Provincial cordobesa y el rechazo público y abierto de la actual número uno, la ex ministra Carmen Calvo .

Otros nombres que se consolidan son los de Trinidad Jimén ez por Málaga; Leire Pajín en Alicante; Eduardo Madina o Txiki Benegas encabezarán la lista por Vizcaya; Odón Elorza por Guipúzcoa; Ramón Jáuregui por Álava, y el secretario de Organización, Marcelino Iglesias , por Zaragoza.

Aunque el entorno de Rubalcaba insiste en que, en caso de derrota «Alfredo no va a dimitir en la noche electoral como Joaquín (Almunia en 2000)», eso no quiere decir que opte a la Secretaría General del partido en el XXXVIII Congreso Federal.

Si, como pronostican las encuestas, la caída es inevitable, esa noche solo le quedarán al PSOE dos «barones» como testimonio del inmenso poder territorial de los últimos 30 años. Uno será el andaluz José Antonio Griñán, en retirada incluso si Arenas gana las autonómicas de 2012. El otro, Patxi López que no dejará de ser lehendakari hasta 2013, y que es el preferido por los «barones» para suceder a Zapatero al frente del partido.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios