«Vivimos una de las crisis más graves entre Marruecos y España»

-¿Qué le parece la decisión del Gobierno español de acoger al líder del Polisario, Brahim Ghali, en España?

-Esta decisión no hace más que confirmar la existencia de un acuerdo entre los Gobiernos de España y Argelia para trasladar al presidente del polisario, fletar un avión privado y facilitar su entrada al territorio español con documentación falsa sin informar al Gobierno de Marruecos. Es más, el Gobierno español negó y cuestionó esta situación y es lo que yo considero un escándalo que perjudica unas relaciones históricas de buena vecindad, confianza y asociación entre nuestros dos países.

-¿Comprende las explicaciones del Gobierno español de que la acogida es por «razones estrictamente humanitarias»?

-Esas alegaciones se ven anuladas por el hecho de haber creado una falsa identidad para acoger al presidente del Frente Polisario. ¿Razones humanitarias? A los que están movidos por razones humanitarias les digo que lo correcto sería preocuparse por los refugiados en los campamentos de Tinduf que padecen la pobreza y la falta de atención médica, en particular, en este contexto de pandemia.

-Recientemente el Ministerio de Exteriores marroquí ha emitido un segundo comunicado en el que advierte sobre posibles «consecuencias»: ¿No es eso un chantaje?

-Para mí, es un aviso que no llega al nivel de traición que sintió el pueblo marroquí por parte de sus vecinos españoles. Somos nosotros los que hemos velado por convertir el Mediterráneo de un lago de sangre y muertos a un espacio de seguridad, paz y bienestar para las orillas del norte y del sur.

-Pero, ¿a qué se refieren con «consecuencias»?

-No cabe duda de que cualquier ruptura entre las dos partes afectaría a los dos pueblos, por lo que en la Unión Socialista de Fuerzas Populares esperamos que no tengamos que llegar a esta etapa, especialmente teniendo en cuenta los esfuerzos que se han realizado a lo largo de esos años para fomentar la confianza por parte de las instituciones Reales y los Gobiernos de los dos países, así como entre los dos pueblos.

-¿Es esta la mayor crisis diplomática entre España y Marruecos? O estoy exagerando con esta pregunta...

-Se puede decir que vivimos una de las crisis más graves de las relaciones entre Marruecos y España , aún así me permito ser optimista. Esta crisis nos motiva a reexaminar las relaciones a fondo y por eso no debemos ni ignorarla ni minimizarla.

-¿Por qué el socialismo que lidera Pedro Sánchez no tiene una relación tan fluida con el Gobierno marroquí?

-Nosotros en la Unión Socialista hemos trabajado para explicar nuestra posición a nuestros homólogos del Partido Socialista Obrero Español con el fin de superar las dificultades que hemos experimentado en el pasado, tanto a nivel bilateral como en las instancias internacionales y regionales. Estas dificultades han sido superadas y el discurso del PSOE ha evolucionado hacia la dirección de las Naciones Unidas y la solución política. Ese mismo discurso formaba parte del último programa electoral del partido y por esa razón nos sorprendimos mucho por lo que pasó y que consideramos una catástrofe.

-España sigue siendo la potencia administradora del Sahara Occidental, según la ONU. ¿No debería su Gobierno entender ese papel en el caso «humanitario» de Brahim Ghali?

-Las consideraciones humanitarias han demostrado que son meras excusas infundadas y hablar hoy de responsabilidad histórica o administrativa no sería más que una nostalgia a un pasado colonial vergonzoso. España colonizó parte del norte de Marruecos, Sidi Ifni, Tarfaya y el Sahara. Después de la recuperación de cada parte de esas provincias una tras otra, España no ha reivindicado su responsabilidad hacia la población de esas regiones. Entonces, por qué España se empeña en reclamar la tutela y la responsabilidad de la población de las provincias saharianas en particular, sabiendo que el mundo entero y a su cabeza el secretario general de la ONU son testigos de la paz, la seguridad y el desarrollo que reina en esas provincias. Quiero añadir que cualquier alusión a la responsabilidad o tutela de España sobre las provincias saharianas es una expresión de clara hostilidad hacia el pueblo marroquí en una cuestión central que experimenta un cambio importante en la opinión pública internacional: el reconocimiento de la marroquinidad del Sahara por los Estados Unidos de América.

-¿Cómo se puede reconducir la situación para evitar una crisis total entre ambos países?

-Marruecos es víctima de este acto atroz, y el pueblo marroquí espera una posición clara del Gobierno español para volver a darle toda su importancia a la asociación estratégica entre nuestros dos países y restablecer así la confianza entre nosotros.