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«El Gobierno de Venezuela es cómplice de los etarras», editorializa el diario «El Nacional»

Tras las últimas revelaciones del juez Velasco, la prensa de Caracas carga contra Chávez «sentado en el banquillo de Madrid»

Ludmila Vinogradoff

"Ya no es posible ocultar en España el escándalo de la profunda complicidad del gobierno de Venezuela con la organización ETA”, afirma hoy en su editorial "El Nacional" al comentar el inicio del proceso judicial en Madrid contra varios miembros de la banda terrorista, entre ellos, Arturo Cubillas , allegado al vicepresidente venezolano Elías Jaua.

El diario caraqueño señala que el etarra Cubillas es jefe de seguridad desde 2007 del Instituto Nacional de Tierras , INTI, que presidía en ese entonces Jaua, cuya asistente es su esposa de origen vasco, Goizeder Odriozola.

La Justicia española acusa a Cubillas, deportado a Venezuela en 1989, de ser el enlace de la ETA y organizador de cursos de entrenamiento de explosivos en campamentos venezolanos para los guerrilleros de la Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia, FARC. Va a ser juzgado a distancia en España.

"Ahora el régimen chavista está sentado en el banquillo en Madrid, porque el juez Eloy Velasco , de la Audiencia Nacional de España, no es un súbdito de Luisa Estella Morales (presidente del venezolano Tribunal Supremo de Justicia) ni fue nombrado al amparo de la "Ley Habilitante". De manera que Venezuela tendrá que afrontar una dura prueba si quiere defender a sus amiguitos terroristas”, añade el diario.

«El hilo, descubierto»

Señala que "la excusa de que Arturo Cubillas no es extraditable porque se casó con una venezolana no resiste la menor argumentación". Después de mencionar varios errores diplomáticos cometidos por el Gobierno de Chávez, se pregunta: "¿Acaso no les pasó por sus reducidas neuronas que tarde o temprano ese hilo conductor entre ETA, las FARC y el chavismo sería descubierto con todas sus abrumadoras consecuencias?".

"Esta acumulación de errores involucra también un traspié mayúsculo cuando se nombró a ese errático y disparatado embajador, Isaías Rodríguez, al frente de nuestra representación diplomática en España", concluye el editorial.

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