¿También se saltan la fila? Así actúan los políticos de otros países ante la vacuna
En Francia parece impensable repetir situaciones como la de España, pero en Austria o Reino Unido también se han sucedido los casos
En Estados Unidos está admitido que los representantes públicos se vacunen para dar ejemplo, pero hay polémica con que lo hagan sus familiares

España no es el único país donde hay políticos vacunados al principio del proceso de vacunación, pero sí es de los pocos donde lo han hecho sin figurar entre los colectivos que debían recibir las primeras dosis . En algunos países de nuestro entorno también ... se repite este debate. Es el caso de Austria o Reino Unido.
«Me enoja», dijo el canciller austríaco Sebastian Kurz , que no ocultó su indignación al saber que en algunos estados federados hubo vacunas sobrantes que no se administraron a residentes de hogares de ancianos, trabajadores de la salud o personas mayores de 80 años, sino a políticos, trabajadores comunitarios y familiares. «Es moralmente decepcionante», enfatizó Kurz.
Uno de los casos más sonados fue el del alcalde de Feldkirch, en Vorarlberg, Wolfgang Matt, quien se presentó en el centro de vacunación y al que las autoridades médicas rechazaron alegando que no pertenecía a ninguno de los grupos de riesgo. Matt, de 65 años de edad, se disculpó posteriormente diciendo que, en retrospectiva, su forma de actuar fue precipitada, asegurando que no era su intención colarse «ni mucho menos negar una dosis de vacuna a alguien que la necesite más».
En Reino Unido, por su parte, hay varios casos y uno mediático. El diputado conservador Brendan Clarke-Smith , con 40 años y sin ser grupo de riesgo, recibió su dosis. «Algunos sugieren que los políticos deberían probar las vacunas primero, aunque suelen ser las mismas personas que luego dicen que los políticos reciben un trato preferencial (...) es difícil quedar bien», reaccionó Clarke-Smith.
Esta polémica se suma a otra en un ayuntamiento de Gales en el que, al parecer, parte del personal pidió citas para vacunarse utilizando enlaces de correos electrónicos dirigidos a personas específicas dentro de los grupos de riesgo. No está claro si alguna de estas personas finalmente pudo vacunarse y la junta de salud condenó lo sucedido. También una investigación del «Evening Standard» descubrió que muchas personas están saltándose la cola al pedir cita para vacunarse diciendo que son personal del NHS (el sistema nacional de salud) pese a no ser verdad.
No obstante, quizá el caso más exagerado sea el que ha trascendido en Polonia, donde los medios locales han informado en las últimas semanas de que actores o incluso un exprimer ministro , Leszek Miller, fueron vacunados sin reunir los requisitos para ello.
Sin «vacunas políticas»
En Italia no hay «vacunas políticas». De hecho, sólo se conoce un caso polémico. Se trata del presidente de la región de Campania, Vincenzo De Luca (71 años), que fue de los primeros en vacunarse en su región . Dijo que lo hacía para dar ejemplo, pero le llovieron las críticas. Matteo Salvini, por ejemplo, le reprochó el «saltarse la fila». Seguramente el escándalo que causó Vincenzo De Luca sirvió de «vacuna» para evitar la tentación de los políticos y otras categorías de saltarse la fila.
En Francia, escándalos como los de España son impensables y, aunque con lentitud, la vacunación avanza primero entre los grupos más vulnerables. Es cierto que se estudió la opción de vacunar a políticos o personalidades emblemáticas primero, pero después se descartó . En cualquier caso, nunca se incluyó a militares de ninguna graduación en este plan para evitar situaciones como la española.
Los familiares
Mientras tanto, en Estados Unidos se asumió que los políticos se vacunaran para dar ejemplo. Pocos días después de aprobarse la primera vacuna, el entonces presidente electo, Joe Biden, se la puso en público. Lo hicieron también otros, como el ya ex vicepresidente, Mike Pence; su sucesora, Kamala Harris; o muchos líderes en el Congreso. Donald Trump, que pasó la enfermedad en octubre, no se la ha puesto.
Es más dudoso - y se les ha criticado por ello - que los cónyuges de los representantes políticos también reciban la vacuna, cuando no lo han hecho todavía personas que estén en gran riesgo, ni sus familias. Tanto las mujeres de Biden como de Pence y el marido de Harris recibieron el pinchazo. También muchas parejas de gobernadores. En el caso de Kentucky, se vacunó también a ex gobernadores y sus mujeres. Dio la casualidad de que entre ellos están los padres del actual gobernador, el demócrata Andy Beshear.
*Artículo elaborado con información de Rosalía Sánchez (Berlín), Juan Pedro Quiñonero (París), Ángel Gómez Fuentes (Roma), Javier Ansorena (Nueva York), Ivannia Salazar (Londres) y Francisco Chacón (Lisboa)
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