La sombra de «Gurbitz» planea sobre Capbreton
La detención de este sanguinario donostiarra de 31 años, apodado «Gurbitz», puede arrojar luz sobre algunos de los asesinatos que más han conmocionado a toda la sociedad en los últimos años, y entre ellos los de los dos guardias civiles acribillados a tiros en Capbreton en diciembre de 2007. Una vez que parece descartada la presencia en esa localidad francesa de Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», que sin embargo dijo ser autor material de los crimenes, fuentes de la lucha antiterrorista consideran posible que este individuo fuera el verdadero asesino. A favor de esta teoría está que los testigos del doble crimen hicieron una descripción física del pistolero que encajaría con la de este individuo y, además, su perfil posicológico cuadra igualmente con la extrema crueldad y sangre fría de la que ha hecho gala en otras ocasiones. Por ello, la Policía francesa ya le ha tomado muestras de ADN que serán cotejadas con los perfiles genéticos que se obtuvieron en la cafetería de Capbreton y también en los próximos días harán los análisis de balística pertinentes con las armas intervenidas ayer.
Desde que ascendiera a la jefatura de los comandos de ETA tras la caída de «Txeroki», Aitzol Iriondo, con amplios conociemientos de informática, fue definido como un «duro entre los duros», más peligroso incluso que su antiguo jefe, si bien hasta ahora no hay una sola prueba directa que lo implique en un crimen.
Asesinato de Froilán Elespe
En cualquier caso, se le relaciona con el asesinato del concejal socialista Froilán Elespe, el 20 de marzo de 2001, ya que tras la detención en septiembre del año siguiente de su entonces compañera de comando Ohiana Bakedano se intervinieron en un piso de Usúrbil armas y un casquillo de bala disparado con la misma pistola utilizada para matar al edil.
No sólo eso. Expertos en la lucha antiterrorista consideran que podría estar implicado en el crimen de Joseba Pagazaurtundúa, jefe de la Policía Local de Andoaín asesinado a tiros en febrero de 2003. Incluso hay quien considera, por el «modus operandi» utilizado, que podría haber dado muerte al presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad.
La carrera criminal de «Gurbitz» comenzó en 1994, cuando fue detenido por los sucesos ocurridos en San Sebastián en protesta por la muerte del etarra José María Igerategi, «Ijtu», que perdió la vida al estallarle la bomba que transportaba. Ya en octubre de 2002 el pistolero huyó a Francia tras la desarticulación de un «talde» de apoyo al «comando Donosti». En ese país está condenado en rebeldía en dos ocasiones, en 2007 y este año.
Iriondo, que trasladaba las órdenes de «Txeroki» al «comando Vizcaya», ha dejado igualmente su rastro en algunos de los atentados más recientes. El 9 de septiembre del pasado año, la Policía desactivó en Logroño un coche bomba colocado por el «Vizcaya» frente a la delegación de Defensa. En el vehículo aparecieron las huellas del etarra.
En febrero de 2007 se añadió la fotografía de Iriondo al cartel de los terroristas más buscados. Por entonces ya se le consideraba jefe del «aparato de logística» (Elosa) y tenía estrecho contacto con «Txeroki», jefe militar de la banda, al que sustituyó. Pero sólo durante veinte días.
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