Un sector del Ejecutivo cree que el CGPJ debe opinar sobre su reforma
El PP espera un mensaje a favor de la independencia judicial para sentarse a hablar

La rebelión del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) contra la reforma que PSOE y Unidas Podemos quieren sacar adelante «cuanto antes» para desembarcar en el órgano de gobierno de los jueces puede facilitar la negociación entre el Gobierno y el PP. Así lo consideran ... fuentes jurídicas y del propio Ejecutivo, que creen que el Congreso debe acceder a la petición del CGPJ de que en la tramitación de esta reforma se escuche la opinión de los afectados, como pidieron 16 de los 20 vocales del Consejo en el acuerdo adoptado el pasado jueves. Hacerlo supondría un balón de oxígeno para la renovación del órgano con el Partido Popular sentado en la mesa de negociación y levantar el pie del acelerador ante una iniciativa que Podemos está especialmente interesado en sacar adelante con urgencia para sentar a sus vocales –y a los propuestos por los independentistas– en el órgano de gobierno de los jueces.
En el Ejecutivo son conscientes de que la renovación del Consejo no se puede llevar a cabo sin el PP y también de que Europa no aprobará una reforma exprés que afecta al Poder Judicial de forma unilateral y sin escuchar a quienes se ven afectados por la misma: los propios jueces. En ese punto, y como publicó ABC, las recomendaciones de la Unión Europea a Polonia con motivo de las reformas que ha llevado a cabo en los últimos años en su Poder Judicial han sido muy claras: en aras de la separación de poderes en un Estado de Derecho, cualquier reforma que se haga en este sentido no puede obviar a los jueces.
Para la Comisión, «el procedimiento acelerado (...) menoscaba en sí mismo la confianza en el sistema judicial y no es acorde con el espíritu de cooperación leal entre instituciones del Estado que debe caracterizar a un Estado democrático regido por el Estado de Derecho». Así lo señaló en la Recomendación 2017/1520, en la que lamentaba, en el caso de Polonia, que sus leyes no hubieran sido objeto de la «adecuada preparación y las consultas que merecían».
Durante su reunión con los representantes de las asociaciones judiciales el pasado viernes, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, volvió a apelar a la necesidad de escuchar a las asociaciones en todas las reformas que afectan a la carrera –de la que él también forma parte– y pidió un «esfuerzo colectivo» para que se cumpla el mandato constitucional para renovar el órgano, en funciones desde hace dos años. Campo planteó la proposición de ley como la única alternativa a una situación de bloqueo, de la que responsabilizó al PP.
Una propuesta incómoda
En fuentes de su entorno el ministro no ha ocultado su discrepancia con la proposición de ley que pretendía rebajar las mayorías en la elección de los doce vocales de procedencia judicial, de la que se desgajó la que ahora pretende limitar las atribuciones del CGPJ cuando su mandato ya haya caducado.
En el PP, mientras tanto, se insiste en que Pablo Casado no tiene ninguna intención de bloquear un acuerdo para renovar el CGPJ . El líder del PP quiere un pacto con Pedro Sánchez, y así se lo trasladó en la conversación telefónica que tuvieron el pasado martes, pero con sus condiciones. La novedad, en este momento, es que los populares dan por bueno el cumplimiento de una de ellas.
Fuentes de Génova creen que la proposición de ley para reformar el sistema de elección de los miembros del CGPJ, con el fin de reducir la mayoría necesaria, «se ha retirado de hecho» , aunque en realidad esté solo «congelada» durante su tramitación en el Congreso. El PP se conformaría con esa situación, siempre que no se produzcan avances en el debate y la tramitación de una ley que ha despertado recelos y críticas incluso de la Unión Europea.
Asumido el cumplimiento de esa condición, Casado insistió a Sánchez para que se pronunciara a favor de la independencia de los jueces, frente a los ataques que están sufriendo por parte de Podemos. Ahí está la clave del posible acuerdo. Un mensaje del presidente del Gobierno a favor de la separación de poderes podría allanar el camino para el acuerdo. Pero Sánchez no quiso comprometerse en la conversación con Casado. Al menos por ahora. Fuentes del PP señalaron que el principal obstáculo para buscar el acuerdo está ahí.
La tercera condición, por la que el PP exige que Podemos quede fuera de cualquier negociación y pacto, Sánchez «no pudo garantizarla». Pero su respuesta no fue un «no» rotundo.
Ahora mismo, con un Gobierno abrazado a Bildu en diferentes pactos y dispuesto a indultar a los protagonistas presos del golpe de Estado en Cataluña en 2017 , el PP cree que no se dan las circunstancias para llegar a ningún acuerdo. Pero más adelante, en otro contexto, no descartan que la negociación pueda desbloquearse de forma definitiva.
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