terrorismo
ETA recompone el «aparato» encargado de controlar a sus presos
Los reclusos optan por el discurso más ortodoxo de «Antza» y «Anboto», frente a algunos sectores de Batasuna que les recomendaban aceptar vías de reinserción «por imperativo legal»
Las conclusiones del debate interno dadas a conocer ayer en parte por el autodenominado «colectivo de presos políticos», que rechazan las vías de reinserción individualizada planteadas por el Gobierno, avalan la hipótesis con la que vienen trabajando las Fuerzas de Seguridad: ETA ha logrado recomponer el «frente Al-boka» , encargado de mantener la disciplina de los presos, que había sufrido un duro golpe con la detención, en abril de 2010, de varios abogados, entre ellos Arantza Zulueta, precisamente, presente en el acto de Guernica.
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El tono de la declaración ha causado decepción incluso en sectores de la «izquierda abertzale», que pensaban que el colectivo de presos etarras iba a dejar una puerta abierta a la petición individualizada de reinserción. Confiaban también en que escenificaría un desmarque de la actividad terrorista, más allá de certificar, como hicieron ayer en Guernica, el fin del ciclo de la «lucha armada». Semanas atrás, algunos dirigentes de la antigua Batasuna, entre ellos Pernando Barrena , habían recomendado a los reclusos etarras que aceptaran la legalidad «por imperativo legal», como han hecho Bildu y Amaiur para entrar en las instituciones, con el objetivo de disfrutar de beneficios penitenciarios que comenzaran por el acercamiento a cárceles del País Vasco. En vísperas del acto de Guernica, otros responsables,como Joseba Permach, habían creado expectativas acerca de posibles cambios en la actitud de los presos, pero la declaración de ayer refleja más de lo mismo, puro inmovilismo.
Seis «duros» para ejercer control
Para los expertos, está claro que el discurso ortodoxo es la confirmación de que ETA, aprovechando estos meses de «cese definitivo de la lucha armada», ha conseguido recomponer su «frente H- Alboka» y con ello ha impuesto la máxima disciplina. Ello, después de dos años en los que los presos se habían sentido menos presionados e incluso en un significativo porcentaje habían apoyado la ponencia «ZutiK» promovida por Arnaldo Otegi, a favor de la supuesta apuesta política, en detrimento de la ponencia «mugarri» que defendía la dirección de ETA, y que abogaba por la estrategia «político-militar», esto es, alternar los atentados con maniobnras políticas como treguas trampa.
Los expertos antiterroristas ya estaban al tanto de que la banda había logrado recomponer su frente penitenciario. Primero, porque la máxima responsable de H-Alboka cuando fue desmantelado, en abril de 2010, Arantza Zulueta , permanece en libertad y, además, ha estado detrás del acto de Guernica. La puesta en libertad de otro abogado, Joseba Agudo , en marzo, también ha sido un mazazo para los investigadores. En este contexto, la dirección de ETA designaba el pasado mes de abril a sus seis representantes en las cárceles, seis «duros entre los duros», que han controlado la declaración difundida ayer: Miguel Albizu , «Mikel Antza» ; Soledad Iparragirre , «Anboto» , y Lorentxa Gimon , en las cárceles de Francia, y Juan Antonio Olarra, Anabel Egües y Xabier Alegría , en las de España.
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