sucesos
Piden seis años para «Franky», el narco que se cambió las huellas dactilares
Durante doce años estuvo huido hasta su detención a la salida de un chalé de Alicante valorado en tres millones de euros
![Piden seis años para «Franky», el narco que se cambió las huellas dactilares](https://s3.abcstatics.com/Media/201211/01/franky--644x362.jpg)
Francisco Javier Martínez Sanmillán, alias «Franky», fue duranmte muchos años uno de los principales quebraderos de cabeza para los agentes de estupefacientes de la Policía. Huido para no cumplir la condena a diez años que se le impuso en la «operación Nécora», su leyenda creció a medida que pasaban los años, hasta doce, sin que pudiera ser detenido. No era un fugitivo cualquiera, porque tenía relaciones privilegiadas con los cárteles colombianos; pero además los investigadores le tuvieron muy cerca en muchas ocasiones y siempre lograba escapar. Así, hasta que en 2006 fue arrestado en Alicante, después de haberse sometido a operaciones de cirugía estética para cambiar su aspecto y de modificarse las huellas dactilares por las de los piés... Ahora, «Franky» se enfrenta a una petición de seis años por blanqueo de capitales el último juicio que se sigue contra él en la Audiencia alicantina.
El juicio al capo de la droga ha quedado visto para sentencia, pero sea cual su resultado aún tendrá por delante más de 42 años de cárcel por las operaciones «Nécora», «Temple» -fue el único de los grandes capos implicados en esa investigación que huyó- y «Tapia de Casariego», en Asturias. Muy lejos queda el altísimo nivel de vida que llevaba en una lujosa mansión de Pedreguer (Alicante) valorada en tres millones de euros y donde residía junto a sus dos hijos, padres y su exmujer, también procesada en este caso con varios colaboradores más.
Al ser arrestado, este delincuente de leyenda, que se hacía pasar por piloto de aviones, no opuso resistencia y exclamó a los agentes del grupo de fugitivos de la Policía Nacional: «Se me acabó la vida de lujo que llevaba», informa Efe.
El fiscal pide 6 años de prisión y una multa de 4.211.901 euros al creer que ha blanqueado dinero del narcotráfico para vivir con lujo entre los años que estuvo huido (1994 y 2006), y para adquirir numerosas propiedades, que ponía a nombre de allegados para evitar que se le vinculara con las adquisiciones.
En la sesión inicial del juicio, «Franky», de 49 años, aseguró que el cambio del dibujo dactilar se explica en que durante su etapa de huido se aplastó los dedos con una prensa en un «accidente laboral» en una empresa que situó en «La Mancha», aunque los peritos descartan esta versión porque hay una cicatriz alrededor de los dedos que confirma la intervención quirúrgica.
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