Juan: «Este programa tiene un valor humano que nos hace respetables»
Juan es el reverso de la moneda cuya cara muestra cada semana a la rebosante Rosa. Candidato a abandonar la academia en tres ocasiones, el concursante de Laredo dice estar «muy orgulloso de haber aguantado, porque así sé a ciencia cierta que el público me quiere aquí».
Camino de Londres, Juan tuvo hace dos semanas la oportunidad de ver, en el aeropuerto de Barcelona, a la masa juvenil que coreaba su nombre. Sabe lo que ocurre en el exterior y dice que «si salgo del programa, será un punto y seguido, no final, en mi carrera».
-Sabe entonces que hay millones de espectadores que se distraen con sus peripecias.
-He visto que hay gente que llora y se emociona con nosotros, y me alegro por ello, porque somos personas. Este programa tiene un fuerte valor humano y eso hace que se nos respete. Aquí no hay caretas. El sacrificio que realizamos está patente y le da fuerza al programa, mucha transparencia.
-Pero en la academia hay una línea roja que no pueden cruzar: es el mundo de la tele, el «show»...
-La línea roja es la regla, la norma, como en la escuela, donde había recreo y, luego, no se podía hablar en clase. Nada más.
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