Joseba Azkarraga, la reserva de la «vieja guardia» del nacionalismo vasco

BILBAO. Joseba Azkarraga había pasado a engrosar la lista de políticos nacionalistas «jubilados» que trabajan en las empresas del Grupo Mondragón cuando fue «recuperado» por su partido, Eusko Alkartasuna, para entrar en el Gobierno vasco, en medio de la batalla por la sucesión de Carlos Garaicoechea.

Pasó de director de marketing de la Caja Laboral a consejero de Vivienda, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente y llegó a la consejería de Justicia, Empleo y Seguridad Social por circunstancias ajenas a sí mismo y a su partido.

Fue la inclusión de Izquierda Unida en el Gabinete de Juan José Ibarretxe lo que le reubicó al frente de Justicia en el Gobierno vasco, después de que el Partido Nacionalista Vasco cediera las competencias que le habían correspondido en el primer reparto de poder a Izquierda Unida.

Procede Joseba Azkárraga del PNV, partido en el que no sólo militaba en el momento de la escisión que dio origen a Eusko Alkartasuna, sino al que representaba en el Congreso de los Diputados. Aquellos fueron años intensos para él. En 1986 era elegido diputado en el Congreso por el PNV; en 1987 colaboraba en la fundación de Eusko Alkartasuna y en 1988 sufrió en su propia familia un atentado de la banda terrorista ETA. El 27 de marzo de aquel año fue asesinado en Álava un tío suyo, el general de Brigada del Ejército Luis Azcárraga Pérez Caballero.

Perteneciente a la rama nacionalista de los Azkarraga, Joseba ha abanderado la oposición al auto con el que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenó la suspensión de actividades de Batasuna. Sus declaraciones contra Garzón se han equiparado a las de Arnaldo Otegi y han superado a las del propio portavoz del PNV, Joseba Egibar.

A Joseba Azkarraga le ha gustado siempre llamar la atención con sus declaraciones, arte en el que rivaliza con Xabier Arzalluz.

Durante su corto periodo como consejero de Vivienda, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno vasco y poco después de que el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, hablara de que en el futuro los españoles serían tratados en el País Vasco como «alemanes en Mallorca», dijo que su pretensión era que «las relaciones de Euskadi con el Estado sean las mismas que podemos tener con Francia, con Irlanda o con Madagascar».

A pesar de su larga trayectoria política, no pertenece al pasado de Eusko Alkartasuna. En estos momentos, forma parte de la «dirección colectiva» del partido, que intenta llenar el hueco dejado por Carlos Garaicoechea y de la que se espera que a medio plazo aflore un liderazgo único.

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